Crece la demanda de ingenieros biomédicos en la industria hospitalaria

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09 Junio 2021 María José Ramírez/Grupo Expansión

Sin la labor de los ingenieros biomédicos, los hospitales no podrían funcionar.

Gracias a los especialistas de la ingeniería biomédica, se habilitan condiciones y herramientas para la atención. Su trabajo es esencial para mantener en funcionamiento los dispositivos, sin embargo, suele ser invisible. Fue durante la crisis sanitaria que se evidenció la importancia de estos expertos para los sistemas hospitalarios, pues sin ellos resulta imposible mantener los ventiladores en funcionamientos, por ejemplo.

En entrevista, Herberth Bravo, presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Biomédica (SOMIB), mencionó que los servicios de salud están soportados en tres pilares: el personal de salud —que incluye médicos, enfermeras, radiólogos, camilleros, ingenieros biomédicos, entre otros—; la parte de la farmacología, es decir, medicamentos; y el equipamiento (ventiladores, rayos x, etc).

Aunque no siempre se ha apreciado la importancia de este último, o se le llegue a considerar secundario, los dispositivos médicos y la infraestructura para su uso son esenciales para la atención. Para Bravo, si alguno de estos tres elementos llegara a faltar, no se podrían otorgar servicios de salud. “No se ha hecho evidente [...] la importancia que tiene el equipo médico, los dispositivos médicos para poder restaurar la salud de los pacientes y, al día de hoy, no es posible otorgar servicios de salud sin el uso de aparatos médicos”, destacó el experto.

¿Por qué es tan definitiva esta postura? Incluso cuando el médico es imprescindible, para los procedimientos quirúrgicos se requieren dispositivos; no solo eso, aunque se cuente con los medicamentos necesarios, el quehacer del profesional de salud quedaría muy limitado sin la parte del equipo. 

De acuerdo con el especialista, la ecuación entre fármacos y dispositivos médicos hacen posible que se lleven servicios de salud a la mayor cantidad de población posible. “Detrás de esos dispositivos y de esa infraestructura necesaria que se requiere para poder usarlos, está la profesión de la ingeniería biomédica”, subrayó Bravo y agregó que, durante la pandemia, ha sido posible atender a los pacientes en estado más crítico gracias a los sistemas de gases medicinales, ventiladores, así como todo los accesorios para conectar al paciente a estos.

 

Ingenieros biomédicos mantienen al día los inventarios

Los hospitales de segundo y tercer nivel cuentan con miles de dispositivos, un volumen complejo y especializado que solo puede ser atendido por personal experto: los biomédicos. Estos profesionales saben del tipo de tecnología que es segura para el paciente, evalúan si la más novedosa es compatible con los equipos que ya cuentan. Asimismo, este personal toma conciencia de los dispositivos que se deban reemplazar.

Según el presidente de la SOMIB, aún falta permear de este talento a muchos hospitales, es crucial dotarlos con estos profesionistas, para que no ocurran compras innecesarias o abandono de equipo que podría ser funcional, pero no ha pasado por mantenimiento.

“Quien va a comprar tiene que saber qué es lo que requiere el hospital, que sea seguro, y se tengan los permisos, las autorizaciones”, aseguró Bravo y agregó que estos ingenieros también revisan que los costos sean adecuados y el mantenimiento que requerirán los dispositivos adquiridos, pues es imprescindible para que operen en condiciones óptimas.

Cuando se subestima la necesidad de contar con estos expertos entre el personal, se pueden incurrir en errores, como la adquisición de tecnología para la que se requiere capacitación o costosas pólizas de mantenimiento.

La falta de equipo médico hace que se limiten los servicios de salud; incluso, no siempre es necesario comprar nuevos dispositivos, a veces solo hace falta una reparación. Por otro lado, algunos son tan sofisticados que requieren servicio del fabricante o de personal que acredite las credenciales para otorgarlo.

“Esos servicios no son baratos, son costosos. Estamos hablando de tecnología, hay equipos de millones de dólares, sus pólizas de mantenimientos y refacciones, todo es costoso”, señaló Bravo y explicó que, en ocasiones, se compra equipo sin considerar estos aspectos o la estructura que requieren, pues algunos precisan de instalaciones especiales. 

Por ello, contar con ingenieros biomédicos ayuda a los hospitales a cuidar de sus presupuestos mientras brindan atención de calidad.

 

Pandemia evidenció falta de ingenieros biomédicos

“No se han alcanzado a cubrir las necesidades en unidades de atención médica, pero tampoco hay plazas”, aseguró Bravo; asimismo, enfatizó que la SOMIB busca destacar la escasez de estos profesionales en los hospitales, pues los tiempos demandan un perfil dedicado al equipo médico.

Igualmente, el especialista comentó que con el desarrollo en los avances de dispositivos médicos se irá acelerando y el número de equipos se tendrá que incrementar de una manera considerable. Aunado a lo anterior, la llegada del hospital digital, que cuente con expediente electrónico y exija una interconectividad, va a obligar la presencia de ingenieros biomédicos.

Otras tecnologías, como sistemas expertos que puedan dar un diagnóstico previo al médico, que tengan algoritmos de aprendizaje, reciban volúmenes de datos y de información para que puedan emitir resultados o diagnósticos previos, también demandan personal especializado.

No solo el futuro evidencia el papel de estos expertos en la atención, la pandemia también exaltó la importancia de los ingenieros biomédicos en los servicios de salud. “Un ejemplo muy claro, fue la parte los ventiladores. [...] Sabíamos de hospitales que tenían 100, pero únicamente operaban con 15. ¿Por qué? Porque los demás estaban fuera de servicio, ya que nunca se les puso atención para su mantenimiento”, ahondó Bravo.

En ese momento crítico había que echar mano de la base que se tenía y reparar los equipos. De igual forma, la situación hizo notar la relevancia de los mantenimientos antes de las adquisiciones, así como las adecuadas instalaciones para los equipos.

Pero, incluso cuando los biomédicos también han sido héroes en esta pandemia, aún no ha sido posible contemplarlos en términos legales como personal de salud. “Es un proceso el que está corriendo [...], cada ingeniero biomédico va empujando, haciendo evidente a su alrededor la importancia de nuestra actividad”, resaltó el experto. A esto se suma la falta de plazas y salarios adecuados para dignificar la profesión y continuar impulsando el correcto manejo de los dispositivos médicos dentro de los sistemas hospitalarios.

 

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