Los sistemas de salud debe innovar su fase administrativa para dar un salto cuántico hacia la calidad en la atención a los pacientes.
La gestión hospitalaria requiere una serie de herramientas diseñadas para administrar las unidades de servicios de salud, desde la rectoría y el financiamiento, hasta la prestación de servicios. Ante la creciente demanda de los servicios y el cambio demográfico en la población, es necesario aplicar todas las innovaciones tecnológicas posibles en este ramo, a fin de garantizar más y mejores servicios a los pacientes.
Contar con una adecuada gestión hospitalaria permitirá la integración de los diversos procesos en beneficio de médicos y pacientes por igual, asegura Víctor Francisco Herrera Reyes, maestro en Administración de Organizaciones de la Salud La Salle México.
Aprovechar dichas herramientas, permitirá atender los cuatro retos que enfrentan los sistemas hospitalarios, no sólo de México, sino del mundo en general: la mejora de la seguridad en el trabajo diario; las diferencias que existen en la práctica clínica y cuyos criterios se pueden homologar; personalización en el servicio al paciente y el control del gasto, así como el mantenimiento del equilibrio financiero.
Un modelo usado en los últimos años es la gestión hospitalaria por competencias, enfocada a ofrecer una atención de calidad, al mismo tiempo que transforma el modelo de recursos humanos, para tener profesionales con competencias individuales, que ayuden a alcanzar los objetivos de las instituciones.
En el caso de México, el Sistema Nacional de Alta Especialidad de la Secretaría de Salud logró poner en marcha estas herramientas para la gestión hospitalaria, cuyo objetivo es hacer eficiente el uso de espacios y recursos, para así ampliar los horarios de atención y acceso a los servicios, según explica el estudio “Innovaciones en Gestión Hospitalaria en México, hospitales de alta especialidad”, realizado por la Secretaría de Salud.
El documento destaca la necesidad de contar con terceros que participen en ciertas tareas, como la vigilancia, limpieza y disposición de residuos, el surtimiento oportuno de medicamentos y otros insumos para atención intrahospitalaria.
Resulta sorprendente que, si bien este documento data de 2006, estas necesidades aún siguen presentes en el sistema de salud mexicano; las instituciones apenas están volteando a ver este tipo de soluciones para administrar sus hospitales, y así poder enfocarse en temas importantes.
Figura incipiente en México
Sin embargo, son pocas las instituciones que han asumido estándares internacionales. El ISSSTE, por ejemplo, decidió concesionar la construcción y administración del Hospital General de la Delegación Regional Sur de la Ciudad de México a la empresa Sacyr Concesiones.
Esta empresa se encargará de gestionar 250 camas y 36 consultorios, para atender con 32 especialidades médicas a 1.2 millones de personas. Con esta adquisición, la empresa de origen español sumará ocho hospitales administrados en España, Portugal y Chile.
Este es un claro ejemplo de cómo la innovación en este rubro está transformando la gestión administrativa, desde el tema de concesionar o subrogar la administración, hasta la compra de herramientas que faciliten el trabajo diario de los prestadores de servicios.