Elsa Juárez ha aprendido que la inteligencia emocional es una herramienta que las mujeres deben desarrollar para crecer dentro de la industria de la salud
En un sector regido por médicos varones, Elsa Juárez se ha convertido en un referente de la calidad y la seguridad del paciente dentro de los hospitales, no solo en México, también en América Latina, y en otras partes del mundo.
Su carrera de más de 25 años no ha esta exenta de retos, sobre todo culturales y educativos, sobre todo en un mundo de médicos, en el que parecía no tener cabida, porque ella no es médico.
Sin embargo, Elsa asegura que todo es más sencillo de sobrellevar cuando desarrollas inteligencia emocional, con la que aprendes a ver esos retos como un trampolín para seguir creciendo.
El otro secreto para seguir creciendo es la preparación continúa en un área en la que nunca dejas de aprender y de estar innovando. Gracias a ello, es que la Directora de Calidad de Médica Sur se ha convertido en una de las expertas en este tema.
¿Qué funciones tienes como directora de calidad?
Llevo toda la calidad y seguridad a través de los procesos, desarrollamos todos los procesos del hospital. Se hace un macroproceso y mapeamos, vemos dónde están las oportunidades y las áreas de mejora, dónde poner las barreras de seguridad y todo el sistema directo de calidad
Llevamos todo lo que tiene que ver con notificación de eventos adversos, todo lo que pasa en el hospital es reportado a través de mi dirección.
Hacemos los indicadores de todo el hospital y los catalogamos los organizamos, los monitorizamos, trazamos todas las áreas del hospital, son cerca de 206 áreas físicamente en el hospital. Le damos la vuelta al hospital tres veces al año: vamos físicamente a las áreas del hospital y vemos que esté todo en orden, con estándares de Cofepris, del Consejo General de Salubridad, del Joint Comission y de todas las responsables. Vemos, revisamos, enseñamos, capacitamos, reportamos, y regresamos.
¿Éste puesto era un puesto ocupado por alguna mujer o era un puesto de hombres?
Soy la primera mujer en el país directora de calidad en un hospital que no soy médico. Yo estudié Relaciones Internacionales e Historia, de allí me fui especializando. Pero soy la primera no médico en el país.
¿Cómo fue que de auditora externa llegaste a este puesto?
Normalmente siempre he sido administrativa-operativa en los hospitales. He sido directora de operaciones y directora de calidad, y después de muchísimos años de experiencia y de operar en hospitales, y con la operación, me invitan a ser consultor. Fui consultor y director, consultor y operativo, y llegó acá como consultor y me ofrecen la dirección. Llegué a un proyecto de 3 meses, me quedé 7 meses, llegó el ofrecimiento y llevó ya 9 años aquí.
¿Qué tan difícil ha sido abrirse paso en la industria de la salud?
Dificultades siempre han existido para todo, en todos los ámbitos, en todos los niveles, para hombres y mujeres. Si nos segregamos mucho a la parte de la mujer, si te puedo decir que personalmente he tenido una abundancia, una libertad y un apoyo desde que comencé. Aquí comenzamos 5 mujeres que empezamos en el ámbito de la salud, somos 5 pioneras que empezamos a desarrollar la calidad y seguridad del paciente en 2000 en el país y tuvimos mucho apoyo y mucha libertad.
Personalmente le debo mucho al doctor Jorge Azpiri, que fue mi jefe allá en Christus Muguerza en Monterrey. Él fue el que me mandó a capacitar a Chicago y allí empezó todo esto. Sí hay dificultades pero yo no he tenido ese problema tan tangible.
Y conforme avanzó tu carrera, ¿encontraste alguna dificultad por el hecho de ser mujer?
Si, porque entonces ya empiezas a prepararte, te empiezas a especializar, empiezas a dar resultados y empieza entonces el problema cultural y educativo. Empiezan a decir “¿por qué ella sí sabe y yo no?” y la empiezo a obstruir. Pero eso es una metodología de vida desafortunadamente, que yo he tomado como algo positivo, y gracias a esos obstáculos he podido seguir adelante y buscar otros caminos y te empiezas a abrir.
Hoy en la mañana estaba escuchando el problema de disparidad de sueldos a nivel mundial. No es nada nuevo, pero es algo con lo que tenemos que aprender a vivir y ser bien inteligentes, tener una inteligencia emocional muy clara, e intelectualmente también para aprender a ocupar esas oportunidades (…) a usarlas como trampolín para hacer un clavado directo.
¿Es difícil que una mujer acceda a puestos directivos?
Sí es difícil y en mi caso fue más, porque no soy médico. Esto siempre es difícil en todos los ámbitos y especialmente en salud, que siempre ha sido muy machistas, y siempre hay los grandes médicos clínicos hombres. Y entonces llega una chamaca, en aquellos años, y empiezan con tu experiencia a enseñarle a un médico que hay formas mejores de hacer de hacer las cosas, que hay calidad, que hay seguridad, que todo se tiene que medir, que el paciente se daña, eso es un reto.
¿Fue igual de complicado para las médicos mujeres llegar a un puesto directivo?
Ha sido un poco menos complicado porque son médicos hablando con médicos, pero el esfuerzo es el mismo. De hecho, recuerdo que empezamos 5 mujeres, la doctora Ángeles Mata, la doctora Luisa Echeverría, una ingeniera, Norma Contreras y tu servidora y las médicos tuvieron más fluidez en el ámbito y las demás nos tardamos un poco más, pero al final el reto es el mismo: buscar un puesto directivo a través de los años y de los resultados y te vas a haciendo de un apoyo profesional donde van dando tus resultados para que te vayan conociendo, te vayan contratando y te vayan invitando a proyectos, dando resultados.
¿Qué habilidades tuviste desarrollar para enfrentar estos retos?
La comunicación, tienes que saber y aprender comunicación, formas de comunicarte en diferentes niveles: médicos, operativos, directivos, dueños, gobierno, y debes tener una habilidad de comunicación sana, directa profesional.
Tienes que desarrollar la autoconfianza para poderte desarrollar con muchos hombres. Yo me acuerdo que en una reunión volteé y vi que era la única mujer. Es un privilegio poder llegar a esos niveles, las mujeres tenemos todo para hacerlo, pero culturalmente todavía tenemos muchas limitaciones.
Menciona 3 retos a los que te has enfrentado en tu carrera
El primero es que no soy un clínico en un mundo de médicos; el segundo ha sido combinar mi maternidad y mi matrimonio con mi parte profesional, eso es todo un reto y hay que ser muy hábil también, hay que tener una seguridad emocional y un intelecto mental muy fuerte para tener todo y ser feliz en todo momento; y el tercer reto ha sido construir conocimiento nuevo, es un reto porque una cultura nueva y el reto de trasmitir el conocimiento de la manera mas correcta necesita muchas habilidades.
¿Consideras que existe el techo de cristal para las mujeres en la industria de la salud?
Sí, claro. Pero no solamente en nuestro sector, en todos los sectores. Y es difícil saberte manejar con ese techo, pero insisto, lo tienes que aprender a hacer y allí es donde viene el desarrollo de las habilidades que mencionábamos. Allí es donde debemos tener mucha inteligencia para sobrellevar estas acciones.
¿Y cómo crees que se puede romper?
No lo vivo todo el tiempo, pero cuando me tocó lo he hecho con resultados, enfrentando directamente la situación. En estas situaciones, cuando enfrentas a hombres y mujeres—porque las mujeres también ponen techos de cristal— cambia la situación.
¿Cómo has logrado consolidar tu carrera como certificado, ya que eres un referente en temas de calidad a nivel regional?
Yo me siento contenta porque todo lo que hago lo hago con mucha preparación, lo hago con mucha tenacidad y resultados, lo hago con mucha innovación en los temas. Y siempre he sido bien valiente, bien aventada y eso me ha ayudado a romper barreras. Y tengo un marido maravilloso, mi compañero de vida siempre impulsa, y todo eso suma a que uno haga lo que quiere.
Y otro factor que me ha ayudado, son mis grandes equipos de trabajo que he tenido a lo largo de los años y las redes profesionales que he construido a través de la vida. Y eso suma muchísimo, no puedes hacer nada sin un equipo.
¿Cuáles han sido 3 hechos que te hayan dado una satisfacción en tu carrera?
En salud hay grandes figuras y una es David Jaimovich, el doctor fue vicepresidente de Joint Comisision international y lo conocí circunstancialmente y un día me habla por teléfono y me invita a participar en el grupo de consultoría internacional. No lo podía creer y eso fue uno de los hechos más satisfactorios.
La segunda también con David Jaimovich, lleve un desarrollo de proyecto en Medio Oriente y yo era la líder, tenía dos compañeros en mi querido y yo era la líder en un país donde las mujeres no tienen voz y voto. Yo lleve el proyecto por tres años con muy buenos resultados. El hospital me recibía con los brazos abiertos porque les daba los resultados que esperaban.
Y el tercero es el reconocimiento que le dio la revista Newsweek a Medica Sur como el mejor hospital mexicano. Es una satisfacción muy bonita, porque normalmente estamos rankeados a nivel regional, pero nunca a nivel mundial y estamos muy orgullosos.
¿Qué necesitan las mujeres en la industria para alcanzar puestos directivos en los hospitales, que tradicionalmente son ocupados por hombres?
Primero hay que decidir qué quieres hacer y luego prepararte. Necesitas tener un entendimiento del hospital, necesitas entender cómo funciona, que más se puede aprender para contribuir, necesitas entender que es un gobierno operativo y la operación hospitalaria. Ahora los chicos quieren todo rápido y no, necesitas prepararse, necesitan aprender, y hacer las cosas con pasión, eso es muy importante.