México es el cuarto país con más muertes por COVID-19 y uno de los que menos pruebas realiza para detectar la enfermedad.
La pandemia no ha dado tregua y, hasta el 13 de octubre, México había acumulado 825,340 casos de contagios y 84,420 muertes por COVID-19. Según cifras de la Universidad Johns Hopkins, es el cuarto país con más muertes por el nuevo coronavirus, aunque la Secretaría de Salud aseguró que no se encuentra entre los de más contagios y muertes.
En conferencia, las autoridades explicaron que México ocupa el lugar 71, a escala mundial, en cuanto a casos acumulados por cada millón de habitantes y en cuanto a defunciones sí ocupa la décima posición.
Desde agosto del presente año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que en México sólo se realizan 3 pruebas por cada 100,000 personas diariamente, mientras que países como Estados Unidos realiza 150 tests por cada 100,000 personas.
Desde entonces, Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias de la OMS, señaló que la escala de la pandemia está subrepresentada, pues las pruebas siguen siendo limitadas. “Las pruebas positivas continúan siendo muy altas, con hasta el 50%, y eso significa que muchísima gente no está siendo diagnosticada o está siendo diagnosticada muy tarde, y esto tiene un impacto diferente en las distintas comunidades del país”, aseguró.
Al respecto, Laurie Ann Ximénez-Fyvie, Jefa del Laboratorio de Genética Molecular en la UNAM y doctora en ciencias con especialización en microbiología, aseguró en entrevista que, actualmente, en México sólo se hacen 2.2 pruebas por cada caso nuevo confirmado. “Quiere decir que de cada persona infectada que se le hace una prueba, sólo se hace una prueba adicional, esto indica que no hay rastreo de contactos”, aseguró.
Relación entre pruebas realizadas y rastreo de contactos
El número de pruebas realizadas está relacionado con el rastreo de contactos. De acuerdo con Laurie Ann Ximénez-Fyvie, es fácilmente comprobable si se hace o no un rastreo de contactos, pues “se toma en cuenta un parámetro que se conoce: el número de pruebas por cada caso nuevo confirmado”, señaló.
Además, la especialista en microbiología recordó que en México un paciente debe cumplir con cierta sintomatología para que se le realice una prueba en el sector salud, por lo que no se le aplican a las personas asintomáticas.
“La estadística que es el número de pruebas por cada caso nuevo confirmado es una cifra que refleja qué tanto rastreo de contactos se hace o no”, afirmó Ximénez-Fyvie y explicó que no se trata de realizar pruebas indiscriminadamente, pero a partir de un caso sintomático se rastrean los contactos.
De esos contactos va a haber varios que serán positivos, otros serán negativos; de los positivos habrá varios asintomáticos. “Pero a partir de ese caso se hacen muchas otras pruebas. De ahí que el parámetro de pruebas por cada caso nuevo confirmado es tan importante, y es lo que dicta matemáticamente si se hace o no se hace. Y si se hace, qué tan bien se hace el rastreo de contactos”, aseguró la especialista en microbiología.
Para ejemplificar la relación entre las pruebas y el rastreo de contactos, Ximénez-Fyvie recordó algunos los países que han podido controlar mejor la pandemia, como Vietnam, Taiwán, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
La doctora en ciencias médicas señaló que Nueva Zelanda ha llegado a hacer hasta 28 mil pruebas por cada caso nuevo confirmado, ellos han tenido la pandemia muy bien controlada; al día de hoy, a pesar de que es un país que ya no reporta casos, realiza 1366 por cada caso nuevo confirmado.
“Vietnam estaba haciendo cerca de 38 mil pruebas por cada caso nuevo confirmado; eso quiere decir que de cada caso sintomático al que le hacían la prueba por tener síntomas, se hacían otras 30 mil adicionales. Es decir, es un rastreo de contactos muy extenso”, explicó la doctora en ciencias médicas.
Asimismo, Ximénez-Fyvie recordó la importancia de identificar los casos asintomáticos. “El esfuerzo de contención es mejor en la medida que se pueden identificar al número más grande de asintomáticos, porque ellos son quienes dispersan más los contagios. En la medida que puedes identificar a muchos asintomáticos, tienes un mecanismo para poder aislarlos y romper cadenas de transmisión”, ahondó.
La especialista en microbiología señaló que el lineamiento de la OMS para que se pueda tener un indicio de que los países están haciendo una estrategia de contención con rastreo de contactos, es que los países realicen como mínimo entre 10 y 20 pruebas por cada caso nuevo confirmado.
Además, Ximénez-Fyvie aseguró que India hace 14.8 pruebas por cada caso nuevo confirmado, Sudáfrica 12.2. “Estamos completamente fuera de rango”, advirtió y agregó que no se trata de una opinión, sino que “los números están hablando, y los números dicen que México no hace rastreo de contactos”.
Las pruebas no se realizan no por una cuestión presupuestal, “es una cuestión de negligencia”, apuntó la doctora en ciencias médicas. Para Ximénez-Fyvie, las más de 80,000 muertes que ha habido por COVID-19 fueron prevenibles, “si se hubiera puesto una estrategia de contención epidemiológica adecuada probablemente esas 80,000 personas no hubieran fallecido”.
¿Qué dicen las nuevas cifras?
Sobre la nueva metodología para contabilizar los casos, Ximénez-Fyvie aseguró que sólo se trata de un método para solucionar el sub-reporte, puesto que para confirmar un caso de COVID se necesita hacer una prueba PCR, y ya sea que un paciente sobreviva o muera es necesario realizar una prueba PCR para confirmar la enfermedad.
Las autoridades en nuestro país se niegan a ampliar el número de tests, “se hacen un mínimo de pruebas”. Ximénez-Fyvie aseguró que México está haciendo tan sólo 0.08 pruebas por cada 1,000 habitantes, mientras que naciones como el Reino Unido hacen 3.5 por cada 1,000 habitantes.
“Como no hacen pruebas, lo que ha sucedido desde hace como 3 meses es que se empieza a acumular la cifra de sospechosos”, afirmó la especialista en microbiología y explicó que esto se debe a que hay un rezago en el procesamiento de los tests, pues se hacen muy pocos. “Se toman muchas pruebas, pero hay rezago en los laboratorios porque el gobierno no quiere poner el dinero para ampliar las capacidades de pruebas en los laboratorios de diagnóstico”, agregó.
Desde los meses de julio, agosto y septiembre se han arrastrado cerca de 80,000 casos sospechosos, de acuerdo con Laurie Ann Ximénez-Fyvie. “El 27 de septiembre se tenían 82,914 casos sospechosos”, aseguró la doctora en ciencias médicas y explicó que la definición de casos sospechosos se refiere a pacientes que cubren con la sintomatología, a quienes se les tomó una muestra y está pendiente de resultado. “El 28 de septiembre esta cifra brincó a 310,042 casos”.
Todo parece indicar que se hizo esta nueva estrategia porque hay un rezago en el conteo tanto de casos como de fallecimientos. “Mientras que las defunciones reportadas por el gobierno están disminuyendo, los reportes de exceso de mortalidad han ido aumentando, esto quiere decir que el gobierno reporta cada vez menos muertes, pero el exceso de mortalidad es cada vez mayor, es decir, son líneas divergentes. Quiere decir que es ficticio que estén disminuyendo, es decir, que se reportan menos pero no se están dando menos [defunciones]”, comentó la doctora en ciencias médicas.
Esta situación se repite con los casos reportados. “Están sacando una nueva definición de caso confirmado. Entonces, el gobierno está señalando que no se necesita hacer una prueba PCR para confirmar un caso de COVID”, porque han inaugurado una nueva categoría: para los vivos sospechosos “por asociación epidemiológica” y para los muertos sospechosos “por dictaminación”.
Entonces, aunque no hagan las pruebas pueden dar por positivo a los casos sospechosos. Asimismo, a los muertos que presentaron síntomas parecidos a COVID se les realizará una dictaminación para ver si falleció por la enfermedad, pero sin prueba que lo confirme. Sin embargo, no se puede tener certeza sin una PCR.
La mejor estrategia era ampliar la capacidad de los laboratorios para poder realizar más pruebas y solucionar el subreporte de casos. “Porque ahora en México resulta que el número de casos no es equivalente al número de pruebas”, señaló Ximénez-Fyvie y alertó que sin éstas no se puede distinguir de una muerte por otras enfermedades respiratorias, como la influenza.
Rastreo de contactos en CDMX
Para poder contener mejor la pandemia, desde junio de este año el gobierno capitalino ha puesto en marcha una estrategia de rastreo de contactos, para poder localizar a las personas que hubieran tenido algún acercamiento con un caso confirmado con el nuevo coronavirus. De esta manera se podrán implementar mejores medidas para mitigar la propagación. Sin embargo, este programa sólo se lleva a cabo en la CDMX.
La estrategia ayudará a romper la cadena de contagio de SARS-CoV-2, toda vez que se podrá contactar, aislar y tratar a personas que pudieran estar contagiadas.
El rastreo se pone en marcha cuando una persona da positivo en su prueba, para identificar quienes posiblemente fueron contagiadas con la enfermedad; para ello, se necesita investigar con quién se ha tenido contacto desde tres días antes de haber presentado síntomas.
De acuerdo con la Secretaría de Salud capitalina, se realizarán llamadas a través de LOCATEL únicamente si se estuvo en contacto con un caso positivo, esto para notificar del posible riesgo a la persona sospechosa, pues es probable que aún no presente síntomas.
Una vez que se contacte a las personas, los casos sospechosos deberán aislarse y se les agendará una cita para realizar la prueba para detectar la enfermedad.
En septiembre, por lo menos 10,529 personas fueron resguardadas en sus domicilios, por haber arrojado un resultado positivo en pruebas o por ser sospechosas, por lo que serán visitadas en sus domicilios según el gobierno capitalino.
Datos del gobierno de la CDMX señalan que al 16 de octubre, los resultados acumulados de los programas muestran que se realizaron 2,949,764 visitas informativas casa por casa. Además, se realizaron 93,699 y se orientaron a 406,025 personas en los Kioscos. En total se realizaron 110,964 llamadas a casos positivos y 110,964 consultas de telemedicina. Asimismo, se registraron 599,009 usuarios de SMS.