Unos pocos segundos de interrupción en los sistemas pueden traducirse en pérdidas financieras significativas para las organizaciones, desde cientos de miles hasta millones de dólares. Sin embargo, en el sector salud, las consecuencias pueden ser aún más críticas: retrasos en procedimientos médicos, aprobaciones de tratamientos pospuestas o medicamentos inaccesibles. Para las aseguradoras de salud, garantizar un servicio continuo no solo es esencial para mantener la funcionalidad del sistema, sino también para proteger el bienestar de los pacientes.
Impacto directo en la atención médica
El mercado de seguros de salud en la región de Medio Oriente está proyectado a alcanzar los $61 mil millones de dólares hacia 2028, según un informe reciente de Mordor Intelligence. Este crecimiento se debe en gran parte a avances tecnológicos como la telemedicina y las plataformas de atención virtual. Sin embargo, estas innovaciones presentan nuevos retos en la continuidad del servicio.
Por ejemplo, imagina que un médico no puede acceder al expediente de un paciente mediante el portal en línea de la aseguradora durante una consulta urgente. Si el sistema falla, el médico no podrá confirmar si un nuevo tratamiento está cubierto o cuál es la opción más adecuada. Esta situación, además de frustrante, podría comprometer la atención al paciente.
Por otro lado, el paciente, al intentar comunicarse con su aseguradora mediante una app móvil, podría enfrentar problemas de calidad en la llamada o retrasos en la respuesta. Estas complicaciones, ocasionadas por sobrecarga de servidores o errores de configuración en la red, impactan tanto los servicios web como las consultas virtuales, afectando la eficiencia de la atención médica.
Contact Centers: un eslabón clave
El buen funcionamiento de los centros de contacto es esencial para las aseguradoras de salud, especialmente en regiones donde la atención al cliente es un componente clave del éxito empresarial. Si un centro de contacto sufre una caída en sus operaciones, los pacientes podrían quedar sin acceso a consultas virtuales o servicios de telemedicina cubiertos por su seguro. Esto es particularmente perjudicial para quienes dependen de estos servicios para consultas regulares o de seguimiento.
Además, las interrupciones en los centros de contacto retrasan las respuestas a solicitudes, disminuyen la satisfacción de los pacientes y erosionan la confianza en los servicios de la aseguradora. A medida que las necesidades de los pacientes evolucionan, garantizar un servicio al cliente eficiente se vuelve indispensable.
Telemedicina: el nuevo estándar en salud
La telemedicina se ha convertido en una herramienta vital para brindar acceso remoto a servicios médicos, sobre todo en áreas donde el acceso a hospitales tradicionales es limitado. Muchas aseguradoras han integrado consultas virtuales y e-consultas dentro de sus coberturas, brindando mayor accesibilidad a la atención médica.
Sin embargo, la efectividad de la telemedicina depende de una infraestructura tecnológica sólida. En áreas remotas, como ciertas regiones del Medio Oriente, el acceso a internet de alta velocidad sigue siendo un desafío. Aunque el internet satelital puede ofrecer una alternativa, su rendimiento suele ser inferior al de las conexiones de fibra óptica, lo que dificulta consultas en tiempo real mediante videollamadas.
Garantizando continuidad en los servicios de salud
Para evitar interrupciones, es fundamental monitorear el desempeño de las redes y resolver cualquier problema de manera oportuna. Esto asegura un acceso constante a información y servicios esenciales tanto para pacientes como para proveedores de salud.
En un sector donde cada segundo cuenta, las soluciones tecnológicas deben enfocarse en minimizar los tiempos de inactividad, mejorar la infraestructura y garantizar que la atención médica sea continua y confiable. Además, mantener la confianza del paciente y la eficiencia operativa debe ser una prioridad para todos los actores involucrados.
Retomado de:
Omnia Health by Informa Markets