El temor surge al escuchar la palabra virus, y es que, actualmente, el mundo sabe toda la destrucción que un pequeño virus puede causar, por lo que se les ha catalogado como algo negativo, el enemigo a vencer. Sin embargo, ahora, pueden ser aliados, "soldados" en esta guerra contra las superbacterias, que han cobrado la vida de miles de personas.
Para ello, científicos han hecho alianza con los bacteriófagos, también llamados fagos, enemigos mortales de las bacterias, virus que por siglos han sido sus cazadores, asesinos extraordinariamente especializados.
Su uso terapéutico data desde 1919 por el microbiólogo franco-canadiense Felix d'Herelle. Casi una década antes que el descubrimiento de los antibióticos. (1)
Estos microorganismos son el tipo de virus más abundantes en la biosfera y se caracterizan por tener la capacidad de infectar y destruir bacterias, muchas de las cuales son causantes de enfermedades graves para el ser humano. (2)
Esto es posible gracias a que los fagos se adhieren a los microorganismos infecciosos y se reproducen en él hasta hacerlo explotar, ya que producen endolisinas, (enzimas con actividad antibiótica) las cuales destruyen la pared celular de las bacterias.
Debido a las ventajas de los fagos para destruir bacterias malignas para el cuerpo, se han usado en terapias desde el siglo XX, las cuales ofrecen ventajas en comparación con el uso de antibióticos.
Entre los beneficios de los tratamientos con bacteriófagos están que son abundantes en la naturaleza y el costo de su obtención es bajo, también tienen la capacidad de destruir por completo a la bacteria específica sin dañar a otras que sean benéficas para el organismo, además de que los virus pueden mutar para evadir los “anticuerpos” del microorganismo bacteriano.
Cabe destacar que los destructores de bacterias tienen una gran capacidad de reproducción, por lo que una sola dosis es suficiente para acabar con la infección, asimismo, no causan alergias como algunos antibióticos. (3)
Hoy, aún se usan las terapias de bacteriófagos en algunos lugares del mundo, como el Instituto Eliava, fundado en Tbilisi Georgia por George Eliava, colaborador de d'Herelle. El lugar se convirtió en el primer instituto de investigación y centro terapéutico del mundo dedicado a los bacteriófagos.
A principios de siglo, el instituto ya presentaba su trabajo internacionalmente pero fue hasta 2001 cuando recibieron a su primer paciente internacional, el cual padecía osteomielitis que presentaba resistencia a antibióticos. Gracias al resultado positivo de los virus en él, hoy viajan pacientes de todo el mundo a recibir el tratamiento.
En el mundo, aún no se regula el uso de las terapias con fagos. Aunque científicos de diferentes nacionalidades ya han realizado investigaciones, todavía es un reto para algunos países debido al ambiente que tienen y las prácticas con las que están acostumbrados a trabajar. (1)
En naciones como Reino Unido, Francia y EE.UU., sólo se ha permitido el uso compasivo de esta terapia, es decir, el uso como última opción ante una enfermedad mortal.
Sin duda, el uso de terapias con bacteriófagos podría ser benéfico para salvar millones de vidas al año, sin embargo, su progreso de aceptación alrededor del mundo aún es lento.
Referencias
1. Bacteriófagos, los virus que se "comen" a las enfermedades humanas (y por qué muchos países no aprueban su tratamiento). BBC News Mundo. En línea. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-55714386#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20son%20los%20bacteri%C3%B3fagos%3F,matando%20a%20su%20hu%C3%A9sped%20microbiano.
2. Qué son los bacteriófagos. Ocu. En línea. Disponible en: https://www.ocu.org/alimentacion/seguridad-alimentaria/informe/bacteriofagos
3. El enemigo de mi enemigo es… Un virus que ataca a las bacterias: los bacteriófagos. Revista Digital Universitaria. En línea. Disponible en: https://www.revista.unam.mx/2021v22n4/el_enemigo_de_mi_enemigo_es_un_virus_que_ataca_a_las_bacterias_los_bacteriofagos/
