Producir, aplicar y gestionar una gran cantidad de vacunas es todo un reto para las farmacéuticas; actualmente, los investigadores estudian la posibilidad de combinar vacunas y sus beneficios.
A principios de este año, Reino Unido cambió sus lineamientos de vacunación para las segundas dosis: si éstas no están disponibles de una determinada vacuna, los pacientes podrían recibir una diferente. Aunque cuando se determinó esta estrategia aún no se tenían datos científicos suficientes, eso podría cambiar en el futuro.
Durante febrero, científicos de la Universidad de Oxford arrancaron un ensayo donde se combinaron dosis de Pfizer-BioNTech y AstraZeneca. Dos meses más tarde, los investigadores analizaron la sangre de los voluntarios para observar si funciona o no la combinación de dosis.
Desde que inició la carrera por la vacuna contra covid-19, se han ido aprobando distintas dosis; de igual forma, los investigadores estudian la combinación de vacunas. Esto se debe no solo a la urgencia de la administración de las mismas, también a que algunos científicos creen que combinarlas podría funcionar mejor.
En mayo se presentaron los datos preliminares del estudio CombiVacs, impulsado por España y presentado el 19 de abril, con el objetivo de evaluar la seguridad y la inmunogenicidad de administrar la vacuna de Pfizer como segunda dosis a quienes ya tuvieran la primera de AstraZeneca. El estudio se planteó después de que las autoridades sanitarias españolas decidieran que la vacunación con AstraZeneca sería exclusiva para la población de entre 60 y 69 años, dejando en el limbo a personas menores de esa edad que ya habían recibido la primera dosis de esa vacuna.
Los primeros resultados, revisados por un comité de seguridad independiente al estudio, demuestran que combinar las vacunas de AstraZeneca y Pfizer es eficaz y seguro, de acuerdo con el Instituto de Salud Carlos III.
Sin embargo, el estudio Com-COV de Reino Unido arrojó que estas combinaciones aumentan la reactogenicidad. El estudio mostró que los efectos adversos aumentan en las personas que recibieron AstraZeneca y, después, Pfizer. Los efectos fueron leves, pero los datos fueron obtenidos en participantes de 50 años o más, por lo que la reactogenicidad podría ser mayor en poblaciones jóvenes.
Por su parte, el Statens Serum Institut de Dinamarca señaló que usar la vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca con una segunda dosis de Pfizer-BioNTech, o de Moderna, logra una buena protección. El estudio indica que: “14 días después de un programa de vacunación combinada, el riesgo de infección con SARS-CoV-2 se reduce en 88%, en comparación con las personas no vacunadas”. La cifra sugiere una alta eficacia, en comparación con el 90% de dos dosis de Pfizer-BioNTech.
El análisis cubrió más de cinco meses, de entre febrero y junio del 2021, periodo durante el cual predominó la variante Alfa del nuevo coronavirus en esa nación. Empero, no se tienen datos sobre la protección frente a la variante Delta.
Además, de acuerdo con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, por sus siglas en inglés), es eficaz la combinación de Sputnik V y AstraZeneca. El pasado 30 de julio, el Fondo Ruso de Inversión Directa destacó que el uso de una dosis de cada vacuna evidencia altos indicadores de seguridad.
Próximamente serán publicados los datos del estudio, así lo adelantó el RDIF en un boletín publicado por la agencia de noticias de Sputnik: “En agosto de 2021, RDIF y sus socios publicarán los primeros datos sobre la inmunogenicidad del uso combinado de la vacuna AstraZeneca y el primer componente de la vacuna Sputnik V en Azerbaiyán”.
Mientras tanto, el RDIF aseguró en el mismo documento que: “el análisis intermedio de los datos evidencia altos indicadores de seguridad para el uso combinado de los fármacos, con ausencia de efectos secundarios, así como de casos de infección del coronavirus después de la vacunación”.
Sputnik V es una vacuna de vector viral no replicativo, con un esquema de dos dosis distintas; a pesar de que se convirtió en la primera en ser aprobada en el mundo, la entrega y producción del segundo componente se ha retrasado, dejando a millones de personas a la espera de la segunda dosis para completar su esquema.
Debido a esta situación, las autoridades sanitarias de diversas naciones han iniciado ensayos clínicos para estudiar si la primera dosis de la vacuna Sputnik V puede combinarse de manera efectiva y segura con otra de una vacuna diferente. Los estudios se llevan a cabo en países como Argentina, India, Emiratos Árabes Unidos y Bielorrusia.
¿Qué dicen los expertos sobre combinar dosis?
Hay diversas incógnitas alrededor de las vacunas contra covid-19. Desde las preocupaciones por los efectos adversos como trombos, pasando por el hallazgo de nuevas variantes, hasta la eficacia y el nivel de protección. Aunado a esto, la presión sobre las farmacéuticas para producir dosis para toda la población mundial ha significado un reto enorme. Quizá, la respuesta a estas problemáticas se encuentre en la combinación de dosis.
Los datos arrojados por diferentes estudios en los que se combinan dosis sugieren que los esquemas mixtos pueden proporcionar niveles altos de anticuerpos. Por supuesto, esta empresa debe delegarse a los expertos y no deberían de combinarse dosis solo por temor o desinformación.
Así lo ha subrayado en entrevista Alejandro Macías, excomisionado para la atención de la influenza en 2009 y actual integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM: “Seguramente en el futuro habrá muchas combinaciones de vacunas y, al menos, en teoría no tienen por qué no funcionar, pero en el momento actual no se pueden recomendar, porque no hay evidencia”.
Asimismo, recordó que la única combinación bien estudiada es la de AstraZeneca con Pfizer-BioNTech, aunque también se estudie la de AstraZeneca con Sputnik. “Por lo demás todo lo que se puede dar son opiniones no recomendaciones basadas en evidencia, puesto que no hay estudios. Creo que en el futuro muchas combinaciones se van a poder dar”, puntualizó.
El infectólogo ha sido varias veces consultado por el público en general sobre la posible combinación de dosis, por lo que hizo hincapié en que aún no se realizan estos estudios combinando todas las vacunas que ya conocemos.
“Si uno da una respuesta más como una opinión que más como algo basado en evidencias, pues lo más probable es que no pase nada malo, pero no sabemos qué tanta eficacia pueda tener. Se supone que al ser una revacuna debe incrementar la eficacia, pero todo son conjeturas y no hay realmente una respuesta precisa para eso”, advirtió el experto.
Por su parte, Susana López Charretón, viróloga especializada en rotavirus e investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, aseguró en entrevista que no es recomendable hacer experimentos en uno mismo y agregó que las vacunas actualmente aprobadas por las autoridades como Cofepris, EMA o la FDA son seguras y debe de respetarse su esquema.
“Sólo podemos basarnos en lo que se está aprobando”, resaltó y añadió que: “En España, específicamente, empezaron a hacer ensayos [de AstraZeneca con Pfizer] para ver cómo funcionaba. Ahí saben que hay un buen refuerzo de la respuesta de anticuerpos, por eso está autorizada [esa combinación], las demás [combinaciones] no hay manera de saber si van a funcionar o no”.
De igual forma, la experta mencionó que aunque están haciendo este tipo de estudios en diversas partes del mundo, aún debemos esperar los resultados para poder recomendar las combinaciones. Ante la preocupación que ha emergido con el hallazgo de las variantes, López Charretón recalcó que todavía no hay pruebas de que ninguna vacuna no sea efectiva contra estas; asimismo, explicó que de los ensayos realizados, muchos se han hecho con anticuerpos de personas vacunadas.
“Quizás las reacciones de los anticuerpos con los virus o con las variantes no son tan buenas, pero lo que nos importa más es la protección que dan las vacunas”, aseguró. Para la protección no solo tenemos los anticuerpos cuando nos vacunan, también: “Se activa la respuesta de las células inmunes, que son células B y células T. Ese es el segundo brazo de la defensa, que no se mide tan fácil, pero que son las que están protegiendo”, ahondó la viróloga.
Sin embargo, aún no hay tantas experiencias recolectadas sobre qué tanto se ha reinfectado la población inoculada con cierta vacuna. “Actualmente se sabe que las personas inmunizadas con cualquier vacuna se pueden reinfectar, pero tienen una enfermedad muy leve y no tienen los problemas de salud que tienen las personas no vacunadas. Entonces, las vacunas que tenemos ahorita protegen contra enfermedad severa y muerte, no contra reinfección”, insistió López Charretón.
Pero ¿cómo puede la vacunación frenar a las variantes? La investigadora aclaró que los virus se multiplican en millones de copias, por lo que: “Mientras más personas infectadas hay, hay más millones de millones de copias y cada una de esas copias puede tener un error o un cambio, que son justamente las variantes”. Entre más copias existen, más oportunidad hay de que se produzcan cambios, algunos de los cuales les proporcionarán ventajas, como hacerlos más contagiosos, que es lo que se observa con la variante delta.
“A medida que haya más gente vacunada, vamos a tener un caldo de virus menos grande, cada vez vamos a tener menos copias y así veremos menos variantes; es decir, le estamos dando al virus menos chance de tener variantes”, concluyó López. Por ello, la vacunación se ha vuelto clave para domar los contagios y prevenir más olas.