La integración de la tecnología en el sector salud ha dado lugar a un campo lleno de innovación y posibilidades, especialmente con la llegada de las healthtechs. Estas empresas, que combinan experiencia en salud con soluciones tecnológicas, están utilizando herramientas de inteligencia artificial (IA) para revolucionar la atención médica, haciéndola más eficiente, personalizada y humana.
De acuerdo con el estudio TIC Saúde 2024, realizado por el Comité Gestor de Internet en Brasil, la adopción de inteligencia artificial en la medicina aún se encuentra en sus primeras etapas en Brasil: solo el 4% de las instituciones de salud emplean estas tecnologías de manera institucionalizada. Entre los médicos, el uso de IA generativa alcanza el 17% en todo el país, con un 14% en hospitales públicos y un 20% en privados. De quienes la utilizan, el 69% la emplea para investigación y el 54% para generar reportes médicos.
La mayoría de las veces, al hablar de IA en salud, pensamos en diagnósticos médicos, donde la tecnología permite analizar grandes volúmenes de datos clínicos, imágenes médicas e historiales de pacientes con rapidez y precisión. Sin embargo, es igualmente importante destacar herramientas que asisten a los médicos en tareas cotidianas, como tomar notas durante consultas o llenar expedientes clínicos. Estas funciones, aunque esenciales, suelen ser tediosas y consumir tiempo valioso.
Un ejemplo claro lo encontramos en el estudio “Inteligencia Artificial en la salud: diagnóstico cualitativo del escenario brasileño”, presentado en septiembre por el Centro de Información y Coordinación de Ponto BR. Este documento subraya que la IA no solo mejora los procesos de atención médica, sino también los administrativos, aumentando la eficiencia y reduciendo costos operativos. Y, si bien, los estudios fueron realizados en Brasil, estos pueden otorgar un panorama de la integración de IA a otras regiones de América Latina, especialmente en el mercado mexicano.
El uso de herramientas tecnológicas como estas no solo reduce la carga laboral de los médicos, sino que les permite dedicar más tiempo y atención a sus pacientes, logrando una atención más rápida, segura y humanizada. Además, mejora la precisión de los diagnósticos, reduce trámites burocráticos y optimiza las tareas administrativas. Como resultado, la relación entre médicos y pacientes se fortalece y se eleva la calidad de los servicios.
Hoy en día, ya no se trata de decidir si se debe o no adoptar la inteligencia artificial en la medicina; es una necesidad. Los asistentes de IA ya forman parte de la rutina de los médicos, permitiéndoles concentrarse en el razonamiento clínico mientras delegan tareas operativas a la tecnología. Esto es clave para prevenir el agotamiento físico y mental, tan común en los profesionales de la salud debido al estrés diario y la presión de equilibrar la atención al paciente con las exigencias administrativas.
La tecnología no solo ha demostrado ser útil, sino también un aliado indispensable en todas las áreas del cuidado de la salud. La clave ahora es saber aprovecharla de manera responsable y eficiente para maximizar su impacto positivo.
Retomado de:
