No sólo se combate la pandemia desde la parte clínica, también la recaudación de datos y los avances tecnológicos ayudan a crear mejores estrategias
La buena noticia es que cada vez hay más información acerca de la vida de un paciente: expedientes, pruebas de laboratorio digitalizadas, recetas… el conjunto de datos que pueden ayudar para un diagnóstico más certero y en el seguimiento de tratamientos. La mala noticia es que toda esa data está diseminada, en fragmentos, a través de diversos sistemas que no necesariamente interactúan entre sí.
Y esto es una situación que se repite en todos los países, aún en las economías más desarrolladas.
Los datos, esa mina de oro, se convierten en callejones de difícil acceso. Para que exista una correcta gestión de salud, se debe crear un sistema que se enfoque en el paciente y, a su vez, esté centrado en datos, como el expediente clínico, pero también en la cantidad de insumos con los que puede contar un hospital.
En diferentes regiones del mundo se ha analizado cómo unificar la data recopilada para crear mejores estrategias durante la pandemia, además de cómo utilizarla para predecir mejor la cantidad de ventiladores o camas que serán necesarias para brindar atención.
Durante la conferencia “Datos fragmentados: puntos críticos y lecciones aprendidas durante la crisis de COVID-19”, Atif Al Braki, director general de los Servicios de Datos de Salud de Abu Dhabi Malaffi, señaló que el intercambio de datos es muy importante para mejorar la coordinación de cuidados y atención. Pero no sólo eso, eventualmente se espera tener un expediente clínico unificado por cada individuo en Abu Dhabi.
En Abu Dhabi se realizan pruebas masivas y fue un reto tener un control de los datos que arrojan los resultados. “Tuvimos que integrar a los laboratorios que estaban realizando pruebas de COVID-19 para asegurarnos que podemos tener un repositorio central para los resultados de estas pruebas”, aseguró Atif Al Braki.
Malaffi busca crear un sistema que permita el fácil intercambio de expedientes clínicos entre instituciones, sin embargo, la calidad de la data ha sido un problema. “Estamos creando mejores medidas para asegurar que tendrá una mejor y más apropiada calidad de la data en el futuro”, aseguró el director general de Malaffi.
Data: el problema latinoamericano
En el caso de América Latina puede llegar a ser un poco más compleja el análisis y la recaudación de datos. Enrico De Vettori, director de operaciones de UnitedHealth Group en Brasil, señaló que en Brasil existen limitaciones para el intercambio de datos, pues hay dos realidades: la del sector público y la del sector privado. Además, indicó que no siempre es posible confiar totalmente en los datos arrojados.
Daniel Greca, director de atención médica en KPMG Brasil, también señaló que: “No sabemos en qué base de datos o en qué fuente confiar” y agregó que este problema es global.
Sobre la fragmentación de datos, De Vettori señaló que es algo que se está enfrentando el país sudamericano probablemente por la falta de confianza y esto se puede observar más en el sector privado. “En el sector privado se pueden observar lagunas de la data. No intercambiamos, no integramos”, y De Vettori agregó que la integración de la data es uno de los más grandes retos.
Sin embargo, De Vettori también aseguró que la data ayudó al sistema salud a prepararse durante la ola. “Así que cada día estamos buscando mejores lecciones sobre los datos para proveer de mejor manera suministros, fuerza laboral, y también para ser capaces de impulsar la prestación de la atención”, agregó el director de operaciones de UnitedHealth Group en Brasil.
Pero, quizá México sea el país que tenga un poco más de complicaciones con los datos en el sector salud. Juan Arellano, director general y cofundador de Medicheck, alertó que en México el sistema de salud sigue funcionando en papel.
“Hasta hace un par de años, antes de la situación actual, era muy normal ver que los mejores hospitales privados del país funcionando por escrito, en papel”, aseguró Arellan.
Esto, dijo, se debía a que hasta hace unos años había una norma que hacía completamente obligatorio el uso de papel, ya que te podían sancionar o inhabilitar si tratabas de utilizar soluciones digitales.
A pesar de que México está atrasado en materia de recolección y unificación de la data de salud, el director general de Medicheck afirmó que hay diversas áreas de oportunidad. “COVID fue un buen escenario para demostrarnos que necesitamos esos datos”, aseguró Arellano.
De igual manera, explicó que las pocas clínicas, hospitales, proveedores de salud que han apostado por la transformación digital han visto ventajas, tanto en el sector público como privado.
Arellano también apuntó que para finales de 2019 se dejaron atrás las normas que sobre regulaban algo que aún no existía en México. En 2020, ya con el escenario de la pandemia, se empezaron a usar diversas tecnologías, como la telemedicina, que hasta hace unos años estaban prohibidas.
La ventaja, de acuerdo con el director general de Medicheck, es que en México la gente está dispuesta a compartir sus datos y aseguró que así lo muestra el lanzamiento de una plataforma de autoevaluación (self test platform).
“La gente puede acceder y compartir sus datos personales de manera opcional y crear, en la mayoría de los casos, su primer expediente clínico electrónico”, aseguró Arellano y confirmó que el lanzamiento fue bastante exitoso, pues lograron que, en unas cuantas horas, 40,000 pacientes crearan su expediente y respondieran preguntas relacionadas con COVID-19.
Un prometedor principio para convertir el caos de la data clínica en un reinado de información sistematizada que puede salvar vidas.
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