La crisis sanitaria aceleró el uso de las tecnologías para su aplicación en el diagnóstico, tratamiento e intervención
La Inteligencia Artificial (IA) es una de las tecnologías más importantes hoy en día. Lejos de la ciencia ficción, esta rama de las ciencias de la computación se aplica en el diagnóstico y seguimiento de pacientes. Además, esta tecnología es una de las más impactará al mundo en los próximos 20 años, de acuerdo con el “Estudio de Madurez de la Inteligencia Artificial en México”, elaborado por Metrics y el Aspen Institute, entre otros.
De igual forma, la investigación señaló que América Latina aumentaría el crecimiento de su inversión en IA, mientras que en el caso específico de México, los sectores preparados para invertir en esta tecnología en un mediano plazo eran el de retail y construcción; en contraste, sector salud planeaba hacerlo en el corto plazo.
Al respecto, Javier Murillo, fundador y presidente del consejo de Metrics, mencionó en entrevista que del momento en que se realizó el estudio hasta la fecha la realidad ha cambiado con la emergencia sanitaria por COVID-19.
“De los efectos secundarios de esa pandemia fue precisamente que la digitalización en el planeta se aceleró. Los estudiosos de ese tema dicen que se aceleró entre cinco y siete años la digitalización, o sea estamos viviendo como si fuera 2027”, destacó y añadió que básicamente internet nos salvó por muchas circunstancias: desde la mejoría en el ancho de banda (5G), hasta las plataformas para el teletrabajo.
Además, el comercio electrónico experimentó un crecimiento acelerado, área en que globalmente se avanzó cerca de 10 años.
“Esas han sido las disrupciones que han surgido en la humanidad, por lo tanto, la inteligencia artificial, siendo una de las tecnologías más importantes y disruptivas del mundo tecnológico, avanzó también; sobre todo para efectos de temas logísticos”, comentó Murillo.
Por otro lado, la IA también presentó una aceleración durante la pandemia. “La infraestructura creció, el software, sobre todo el enfocado en robótica e IA, creció en consumo y las aplicaciones que más se dieron fueron todas aquellas que nos permitieron sobrevivir en cuarentena, que incluye comer, divertirnos y entretenernos y trabajar”, explicó el especialista.
Por supuesto, uno de los sectores que también utilizó más esta disrupción tecnológica es salud; en palabras de Murillo, la medicina que más evolucionó fue aquella relacionada con la identificación y diagnóstico, así como el rastreo.
Por ejemplo, se desarrolló tecnología para identificar en la tosa de una persona si tenía o no covid-19. Asimismo, si el paciente había estado en contacto con algún positivo, el avance podía predecir la probabilidad de contagio.
No solo eso, el experto detalló que gracias a que se comenzaron a estudiar con IA los datos sobre el comportamiento de la gente, los momentos de baja oxigenación y de fiebre se pudo comprender mejor la enfermedad.
Antes y durante la pandemia
El escenario anterior a la crisis sanitaria mostraba que la tecnología se iba adoptando orgánicamente, sobre todo en diagnóstico. Ejemplo de esto es la identificación de cáncer de piel, para ello, se deben observar laminillas de cortes transversales de un melanoma. La persona experta que realiza esta práctica posee el suficiente entrenamiento y experiencia como para afirmar con cierta seguridad si se trata o no de cáncer. Sin embargo, se puede predecir la enfermedad gracias a un análisis del genoma.
“Otra de las cosas que también estaba avanzando en IA, antes de la pandemia, era la identificación de posibles enfermedades o predicción de enfermedades con base en el análisis del genoma”, explicó Murillo.
Y añadió que con una muestra se podían arrojar los datos de la probabilidad de desarrollar cáncer o alguna enfermedad mental, empero esto no significa que necesariamente la persona las padecerá, sino que es susceptible a ellas.
Otra de las disrupciones tecnológicas que se dieron a nivel médico, aunque no necesariamente está ligada con IA, fue la telemedicina. Esto permitió que los profesionales de la salud ofrecieran atención remota, a través de plataformas como Zoom o Meet, incluso WhatsApp. También, Murillo aseguró que aumentó el número de operaciones realizadas a distancia (telecirugías); por otra parte, en el área de diagnósticos la IA se ha vuelto cada vez más importante.
Según el experto, gracias a la IA, entre los próximos cinco y 10 años los médicos podrían no hacer diagnósticos por sí solos. Aunado a esto y con la adopción tecnológica que ocurrió durante la pandemia, se impulsó la profesionalización de los patrones de identificación de enfermedades.
“Esos patrones ya se están cargando en sistemas computacionales y se están entrenando modelos de IA que permiten dar mejores diagnósticos”, afirmó Murillo y agregó que en temas de medicina se ha estado avanzando también en prevención.
“Porque cuando le conectas a una máquina los patrones de síntomas y los de comportamiento de quienes tienen esos síntomas, lo siguiente es que pueden predecir si el paciente va a tener o no cierta enfermedad en el futuro. Esto es muy importante para los sistemas de salud y los seguros, es decir, va a transformar nuestra vida en los próximos 15 años”, subrayó.
Inversión y futuro en IA
Desafortunadamente, no existen datos concretos sobre las cifras en cuanto a la inversión en esta tecnología en México; sin embargo, Murillo resaltó que esto puede medirse en el número de startups médicas basadas en IA que están surgiendo en el planeta. Mientras que hace 10 años se trataba de uno de los sectores menos socorridos debido a su crecimiento orgánico, actualmente se ha acelerado la velocidad en la que se crean estas startups basadas en tecnología.
Asimismo, el experto destacó que la humanidad cambió su sentido de negocio con el surgimiento de la pandemia: “Se nota en las startups que se están creando en Singapur, China, Japón y en Estados Unidos que son los hubs más importantes del planeta relacionadas con la medicina”, mencionó.
En el caso de México, se trata de un país que no invierte tanto en innovación, por lo que se aprecia como una nación entre conservadora y rezagada, a decir de Murillo. “Compramos la tecnología cuando ya es un estándar o cuando ya todo el mundo la tiene, hablando específicamente del sector salud”, comentó y comparó nuestra situación con países como Estados Unidos, China o Japón, los cuales están bastante avanzados en la materia.
Justo en estos territorios ya existen robots que brindan atención, diagnostican y pueden hacer una operación menor; pero, para que en México se llegue a tener esa tecnología en sector salud pasarán mínimo cinco años, en otras palabras, estamos cinco años o dos disrupciones atrasados.
“Cada disrupción tecnológica toma aproximadamente tres años, es decir, en cinco años vamos a tener la tecnología que tiene un país avanzado hace dos generaciones tecnológicas”, destacó Murillo y recordó que no es lo mismo el sector privado de la salud, pues, aunque hay un par de años de retraso, es menor.
Las empresas están invirtiendo en la tecnología anterior, no en la última o más reciente. “Esperemos en tres años tener ya en México alta tecnología robótica de diagnóstico y de intervención y en el sector salud hasta dentro de cinco o seis años”, advirtió el experto.
Si bien el país no suele destinar recursos en el desarrollo de innovaciones, Murillo destacó que durante la crisis sí se dio la creación de tecnologías propias, como la UNAM, la cual invirtió en respiradores. La pandemia movió la conciencia de los inventores mexicanos hacia la salud, pues vieron la necesidad de subsanar la escasez de equipos y empezaron a surgir startups mexicanas.
“Se abrió un interés que no existía antes o que no hubiera existido si no se hubiera dado la pandemia”, subrayó el especialista y apuntó que se está abriendo una oportunidad para que el sector público invierta en el desarrollo de tecnología nacional: identificar y destinar recursos en estos emprendedores ayudaría a tener más equipos disponibles.