Los bioplásticos están revolucionando la industria de la salud, al convertirse en una opción en la medicina y la farmacéutica
Los bioplásticos son producidos a partir de materiales renovables y pueden degradarse en corto tiempo. La producción de plásticos biodegradables ha aumentado a nivel global y actualmente se producen cerca de cuatro millones de toneladas y se prevé que este año se generen cerca de ocho millones de toneladas, de acuerdo con el artículo “Bioplásticos para implantes e ingeniería” de Tania Castillo Marenco y Carlos F. Peña Malacara, investigadores de la UNAM.
Actualmente, los bioplásticos son empleados principalmente como empaques, pero también como materiales de sutura, mallas quirúrgicas, hisopos y vendajes. Sin embargo, el mismo artículo afirma que su uso también ha sido propuesto para la fabricación de válvulas cardíacas, prótesis óseas para rodillas y cadera, así como para implantes de piel en personas con quemaduras graves.
Cuando se trata de la farmacéutica, los bioplásticos en forma de nanocápsulas pueden ser utilizados para la liberación controlada de fármacos. Esto podría mejorar la efectividad de nuevos medicamentos contra el cáncer o mal de Parkinson, según los investigadores Tania Castillo y Carlos F. Peña.
Además, Serafín Castañeda, coordinador de la carrera de Ingeniería en Sistemas Biomédicos de la UNAM, asegura que los biomateriales están teniendo un gran auge junto con la tecnología de impresión.
“Principalmente, en el desarrollo de prótesis, en la parte de implantes, todos los biomateriales están empezando a tener un repunte. La impresión 3D ha generado el poder desarrollar algunos implantes de piel, por ejemplo”, explica el investigador.
Estas impresiones en 3D que se realizan con bioplásticos han funcionado bastante bien como implantes, pues suelen ser bastante exactos y se adaptan bien al cuerpo, señala Rubén Muñoz García, director de Seguridad de Medioambiente de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
“Hacen un escaneo de la pieza que toman directamente del cuerpo, por lo que es muy exacta la pieza que se llega a fabricar. Se manda imprimir en una resina plástica, en plásticos mucho más especializados que un envase común. Se usan comúnmente para suplir partes de hueso, ésta ha sido su mayor aplicación en México”, dice Múñoz García.
Los bioplásticos son diseñados para que su vida útil sea más corta que un plástico convencional, por lo que Muñoz García asegura que se tiene que ser más cuidadoso en el uso de las aplicaciones, porque al paso de los años, bajo ciertas condiciones, el material está destinado a biodegradarse.
En esta biodegradación intervienen microorganismos que se encargan de quitar las propiedades originales para que el material pueda transformarse o desintegrarse. Los biomateriales pueden degradarse tanto en agua como en tierra.
Sin duda, los bioplásticos no sólo están revolucionando la medicina gracias a sus múltiples usos en implantes, también tienen un menor impacto en el medioambiente, lo que significa que los vendajes, hisopos y gasas hechos con estos materiales tardan menos tiempo en degradarse en los rellenos sanitarios.
La ventaja de utilizar bioplásticos en la medicina no se debe a que el material sea mejor que el convencional, Muñoz García asegura que el beneficio radica en que se es más eficiente en el uso de los recursos, porque empiezas a introducir nuevos materiales y una serie de tecnologías diferentes al uso de los recursos naturales, que en muchos casos son finitos.