Existe una gran diversidad de innovaciones tecnológicas en el sector salud, muchas de ellas tienen el potencial de impulsar la vida de la humanidad, pero ¿es posible invertir en dispositivos aun en tiempos de crisis?
La atención no solo depende de los profesionales de salud, también de que las clínicas, hospitales y laboratorios cuenten con la infraestructura necesaria, por lo que la inversión en dispositivos médicos resulta crucial.
Sin embargo, adquirir los equipos necesarios requiere de planeación y presupuesto. En entrevista con Conexiones 365, Luis Fernández, CEO de TINC, explicó que la inversión de hospitales y clínicas depende de diversos factores, como el tipo de institución o el número de camas que tenga.
De acuerdo con Fernández, un hospital privado renueva cerca del 10% de su tecnología médica año con año y contempla varios dispositivos.
“Por ejemplo, dentro de los dispositivos médicos existen lo que se llama equipos médicos y son aquellos que sirven para diagnosticar, rehabilitar o tratar algún paciente en general”, ahondó.
Por su parte, Sergio Domínguez, jefe de Atención Cardiovascular y Radiología Intervencionista América Latina en Siemens Healthineers, señaló que el valor del mercado de dispositivos médicos se estima entre los 700 millones, hasta los 1,000 millones de dólares.
Asimismo, indicó que “actualmente el sector privado representa, dependiendo de las áreas, alrededor del 40% del mercado en México”. Además, el experto aseguró que se espera un crecimiento constante de alrededor del 7.5% para este mercado.
Durante la pandemia de SARS-CoV-2, la inversión en equipos incluye aquellos para ventilación mecánica, concentradores de oxígeno y todo aquello que la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogue como dispositivos médicos críticos para la atención de COVID-19, como oxímetros, termómetros, hasta tomógrafos para diagnóstico por imagen.
“Dadas las condiciones de COVID, las instituciones de salud disminuyeron muchos servicios en términos de demanda, principalmente las cirugías electivas”, aseguró Fernández y explicó que estas pueden ser de grado estético o bien programadas no urgentes, como una operación de tabique desviado.
Debido a que los hospitales se han centrado en la atención a pacientes COVID, por ello, los dispositivos relacionados con los signos vitales, como monitores o electrocardiógrafos, tienen un gran interés en el mercado. Así gran parte de las instituciones se han volcado en la adquisición de estos equipos.
Sergio Domínguez apunta que al inicio de la pandemia y aún ahora se invierte también desfibriladores, implantes arteriales y bombas de infusión, así como en dispositivos para diagnóstico por imagen, verbigracia, equipos de rayos X móviles o arcos en C para cirugías. Empero, se comienzan a retomar otras inversiones necesarias.
“Se está viendo crecimiento en equipos de endoscopía, válvulas cardíacas, equipos para electrocirugía, porque son parte de una cadena de tratamientos clínicos muy relevantes y que se dejaron de hacer por un tiempo”, destacó el experto, ya que las clínicas están reactivando diversos procedimientos.
Igualmente, Domínguez señaló que por la pandemia se dio un decrecimiento en general de un 35% del consumo de dispositivos médicos. Y comentó que en México entre 80 y 90% de los dispositivos que se consumen son importados.
“También muchos de los países sufrieron con la cadena de valor, con la cadena de producción, prácticamente en muchos de ellos se redujo la producción de las empresas a la mitad y eso ocasionó no solamente una caída del mercado por tema de consumo, sino también por producción”, subrayó Domínguez.
Además, explicó que bajó el consumo de diagnósticos en general, como las químicas sanguíneas o las biometrías hemáticas, para diferentes tipos de padecimiento, aunque incrementaron los diagnósticos para influenza y para covid-19.
Tendencias en inversión
Además de equipos para monitoreo de signos vitales, los hospitales están invirtiendo en otras tecnologías. Luis Fernández comentó que una vez que se cubrió la necesidad de adquirir ventiladores, las compras se han orientado hacia los dispositivos para suministro de oxígeno, desde concentradores hasta instalaciones de este gas.
“Ahora no solamente se busca adquirir dispositivos para el suministro de oxígeno, sino también para la parte de la eficiencia”, destacó Fernández. Ya que parte de la población está vacunada, una gran mayoría de pacientes covid ingresan para que se les administre oxígeno.
“Hay una tendencia fuerte por todo lo relacionado al suministro de gases medicinales. Eso implica también la parte de control, eficiencia operativa, la parte de la regulación de bases. Todo lo que hace referencia a este tema”, puntualizó.
Por otro lado, Domínguez mencionó que está creciendo el interés por dispositivos que pueden ser trasladados de una manera más sencilla, debido a la demanda de tratamiento a domicilio. Asimismo, se busca reducir los costos de desplazamiento de estos equipos, por ello se busca hacerlas más compactas.
“Entre esos [dispositivos] estoy hablando de nuevos elementos de desfibrilación, electrocardiógrafos, ultrasonidos, oxígenos y sistemas de oxígeno portátiles, monitores de presión, también equipos de respiración más portátiles”, explicó Domínguez.
Y agregó que se está observando la tendencia del uso de tomógrafos en ambulancias. Crear dispositivos móviles impulsa el acceso a salud en lugares donde no cuentan con estos servicios y que requieren equipos de primer y segundo nivel.
Además, el experto enumeró diversas innovaciones en las que se invertirá en el futuro, ya sea a largo o mediano plazo, como la robótica, la Inteligencia Artificial o la genómica.
Pero ¿todos los dispositivos se compran o hay otras opciones? De acuerdo con Luis Fernández, esto depende de la capacidad adquisitiva de la institución. De tener la posibilidad, se compran, aunque también existen otras vías de adquisición, como el arrendamiento o la renta.
“Por supuesto, si se trata de un equipo de baja demanda o de uso eventual es mucho más conveniente acudir a un tema de renta que adquirirlo”, aseguró y agregó que ya sea financiado o pago por adelantado, los hospitales encuentran diversas formas de adquirir los equipos necesarios.
¿En qué se debería invertir?
Después del recurso humano, el equipo médico es el activo más importante en un hospital, pues ayuda a diagnosticar, tratar o rehabilitar a los pacientes. Lo anterior contempla dispositivos de todos los tamaños y costos.
Para Fernández, adoptar una cultura preventiva será ventajoso en el futuro, por ello encuentra imprescindible que cada hospital cuente con un departamento de ingeniería biomédica, pues es quien gestiona los equipos médicos y les dan mantenimiento, haciendo que sean seguros y rentables, así como que estén disponibles en todo momento.
“Desafortunadamente, estos departamentos no cuentan con una relevancia mayor en los hospitales. Hay departamentos de ingeniería biomédica que no cuentan ni con herramienta para operar”, aseveró Fernández.
Añadió que invertir fuertemente en el área de ingeniería biomédica sería un acierto, toda vez que no se trata solo de adquirir equipos, sino de mantenerlos en buen funcionamiento.
Para hacerle frente a emergencias sanitarias, como la de la influenza AH1N1 o la de SARS-CoV-2, es necesario que las instituciones sean capaces de contar con inventarios actualizados de sus equipos en bases de datos especializadas.
Aunado a esto, el experto recomienda homologar la nomenclatura de los dispositivos, pues hay varias formas de llamarle a una sola herramienta.
“Mi respuesta sería que también se invirtiera en generar proyectos de estandarización a nivel nacional de nomenclatura de dispositivos médicos y también de estandarización en temas de tecnologías de la información”, aseguró Fernández.
Invertir en el área biomédica implica incrementar el personal especializado que dé soporte y gestione los equipos. De igual forma, es conveniente proporcionarles herramientas de gestión para que puedan analizar los estados de los dispositivos en todo momento y obtengan la información rápidamente.
También, destacó que más del 90% de la tecnología médica es importada y cuidar de esas inversiones debe ser una prioridad, pues implica ahorrar nuevas comprar y que cada equipo cumpla con su ciclo de vida.
Para Fernández es importante el incremento del desarrollo de dispositivos médicos nacionales. Es tiempo de despertar la industria de los dispositivos médicos en México, de renovar la regulación para poder permitir más innovación en universidades, en centros de investigación y en empresas fabricantes”, aseguró.
Igualmente, señaló que aunque existen empresas de origen nacional y centros de investigación que producen tecnología médica, no hay estímulos fiscales para este tipo de proyectos.
Además, pocos inversionistas quieren invertir en este mercado, ya que los trámites ante el ente regulatorio, para las pruebas y protocolos clínicos, suelen ser tardados. Entonces, se dificulta el retorno de inversión.
Lograr el desarrollo de tecnología mexicana implica la creación de estímulos, la colaboración con los hospitales y una mayor flexibilidad y apertura por parte de Cofepris. Finalmente, destacó la necesidad de que las instituciones de salud incentiven y desarrollen dispositivos nacionales.