Tanto en el sector público como en el privado, a nivel mundial científicos trabajan en innovaciones tecnológicas que ofrecen a pacientes la esperanza de mejorar su calidad de vida.
En este primer cuarto del siglo XXI, la humanidad ha encontrado en la tecnología un campo fértil para mejorar los servicios de salud. De la mano de la innovación, ha logrado manipular un universo a microescala a través de la nanotecnología, la impresión de órganos en 3D y robots atendiendo a los pacientes.
Estos son algunos de los pasos tecnológicos que se han dado hacia la que se ha denominado “medicina del futuro”.
Especialistas y analistas de la Universidad Anáhuac estiman que para 2025, los médicos trabajen de la mano con diversas herramientas, máquinas y programas destinados a mejorar los tratamientos y la tasa de éxito en operaciones.
Las listas de espera por un órgano podrían acortarse con la impresión 3D. En abril de 2019, a nivel internacional se publicó que científicos de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, lograron imprimir un corazón similar al del conejo, con un tamaño de tres centímetros.
El director de la investigación, Tal Dvir explicó que este órgano creado de tejido humano, “estaba vivo”, puesto que palpitaba, sin embargo, no bombeaba.
El reto planteado en ese entonces fue ampliar su tamaño y que la investigación avanzara hacia realizar trasplantes en animales y posteriormente a personas.
En tanto, científicos estadounidenses prevén imprimir el primer corazón humano en el año 2025.
Acelera Covid-19 innovación
Daniel Kraft, connotado médico-científico, inventor, emprendedor y conferencista, aseveró que la pandemia por Covid-19 forzó al mundo a trabajar a una velocidad sin precedentes, y llevó a una nueva era de salud e innovación médica.
“La Covid-19 ha sido un catalizador. Así como Sputnik estableció una era espacial, la Covid está generando una especie de era de la salud”, dijo en septiembre pasado durante una charla que impartió en el Congreso Futuro, evento anual realizado por autoridades de Chile que reúne a destacados científicos.
El autor de múltiples publicaciones científicas y patentes relacionadas con dispositivos médicos en inmunología y células madre en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, mencionó que incluso, los celulares se han convertido en dispositivos para brindar servicios de salud.
“Puedes hacer un diagnóstico en el oído de tu hijo. Los micrófonos, las cámaras con inteligencia artificial integrada, y el machine learning, realmente hacen que estos dispositivos se conviertan en plataformas de telemedicina hasta el punto que pronto veremos nuestros iPhones 12 convirtiéndose en lentes de Apple con realidad aumentada”, indicó.
Entre otras innovaciones tecnológicas mencionó las cirugías robóticas de precisión y la nanotecnología. También se refirió a la compilación de comportamientos o datos fisiológicos a través de sensores colocados en la muñeca, en medicamentos o en un tatuaje digital.
Kraft añadió que se pueden recolectar datos de presión sanguínea tan sólo con un parche, y se prevé que también se puedan medir los niveles de azúcar en la sangre con una cámara o dispositivos, sin necesidad de una muestra.
También se han desarrollado aparatos que detectan moléculas en el aliento para saber si el paciente tiene indicios de cáncer, neumonía o Covid-19.
Y de igual forma, investigaciones que utilizan voz para estudiar señales tempranas de enfermedad de Parkinson están avanzando.
En México, por ejemplo, funcionarios de salud han reportado avances en la telemedicina como un método para acercar las consultas de especialidad a comunidades apartadas o rurales.
El pasado 5 de noviembre en su comparecencia en el Senado de la República, el director general del IMSS, Zoé Robledo, informó que para hacer más eficiente la atención a pacientes pediátricos con cáncer se había implementado un carnet electrónico
Indicó que durante la pandemia, para dar seguimiento a los pacientes detectados con SARS-CoV-2 se aplicó el sistema a distancia. Hasta octubre, informó, sumaron cerca de 233 mil consultas digitales. El siguiente paso es proporcionar consultas en el primer nivel de atención de salud, para lo que solicitó ayuda a legisladores.
“Porque quizá requieran de alguna modificación legal para que podamos hacer esas consultas a distancia, y entonces, un especialista, o incluso, alguien con una subespecialidad, que sería muy difícil que vaya a un hospital de Subzona o incluso un hospital de IMSS-Bienestar pueda realizar esa consulta acompañado de un médico familiar o de un médico general”, explicó.
En conclusión, los científicos en varios países trabajan en innovaciones tecnológicas para facilitar el diagnóstico, monitoreo, tratamientos y atención a pacientes. La emergencia sanitaria es percibida como un incentivo en las investigaciones científicas que se espera, alcancen un mejor futuro en los sistemas públicos y privados de atención a la salud.
