Al oído de ROPI, niños confiesan cómo se sienten de llevar varios días en el hospital. Este robot en forma de osito, los escucha, les responde, los anima, se adapta a ellos y les comparte sus emociones en múltiples lenguas, incluyendo las indígenas.
Es un robot de acompañamiento psicológico para niños que deben pasar periodos prolongados en hospitalización, quienes usualmente presentan ansiedad y temor durante los procedimientos médicos que deben atravesar.
El proyecto fue presentado en la Feria Tecnológica InnoLab Salud, por el Instituto Nacional de Salud de Niños San Borja (INSN), la Pontificia Universidad Católica de Perú y el Ministerio de Cultura de Perú.
ROPI significa Asistente Robótico para el Apoyo Emocional de Niños Hospitalizados por Quemaduras y sus orígenes se remontan a una maqueta de cartón. Su diseño fue tomando estructura gracias a niños, quienes en un trabajo de campo fueron interrogados acerca de sus animales y colores preferidos.
El robot puede tener forma de oso, perro o gato y cuenta con partes movibles como la cabeza y los brazos, que le permiten moverse y girar. Además tiene una pantalla en la parte alta de la cara, donde con luces se pueden ver sus ojos, los cuales pueden cambiar para mostrar expresiones como alegría, tristeza o cansancio.
Cabe destacar que el osito digital es controlado por un experto en psicología que buscará lograr una conexión con el infante, como si se tratara de un amigo, con el objetivo de que disminuya su estrés y ansiedad en el tiempo que esté internado.
ROPI se realizó con la colaboración de miembros de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), quienes se ayudaron de tecnologías como la impresión 3D, Inteligencia Artificial y Realidad Virtual para crearlo.
Amigo de la inclusión
Aunque el proyecto del robot osito tiene muchas cualidades, tal vez, la más destacable es que busca incluir a niños de todas las regiones del Perú, su país, donde más del 15% de ciudadanos y ciudadanas tienen como lengua materna alguna de las 48 lenguas originarias. (1)
Por esto, el INSN invitó al proyecto al Ministerio de Cultura para poder implementar diálogos en lenguas indígenas u originarias en el robot y hacerlo multilingüe, a manera de que pueda comunicarse con todos los pacientes pediátricos sin importar su idioma.
La traducción y locución de frases fueron realizadas por la Central de Intérpretes y Traductores de Lenguas Indígenas (CIT), en las lenguas originarias: aimara, asháninka, awajún, shipibo-konibo, ticuna y quechua en las variedades Áncash, chanka y Cusco Collao.
En el evento donde se dio a conocer el robot, estuvieron presentes el director de Lenguas Indígenas del Ministerio de Cultura, Gerardo García Chinchay, quien resaltó la importancia de atender a las niñas y niños pacientes en su lengua materna, para fortalecer su comunicación y desarrollo emocional.
Asimismo, asistió la directora del INSN San Borja, Zulema Tomas, quien destacó la alianza con el Ministerio de Cultura para garantizar una atención de calidad a las y los pacientes que reciben de todas las regiones del país e impulsar la equidad en los servicios de salud con pertinencia lingüística.
ROPI, el osito peruano, se suma a Tombot, Aiko y Aisoy, robots de asistencia emocional que ya benefician a múltiples pacientes alrededor del mundo.