Con fines documentales, legales, exposición en conferencias médicas, publicación online, presentación a alumnos en cátedra o para uso personal, las cirugías y hasta sus detalles microscópicos se graban. Algo que ahora es posible hasta con un smartphone.
Con ello se logra un testigo fidedigno de la intervención, que a su vez, añade la posibilidad de notar y corregir posibles fallos en la técnica, para mejorar la práctica.
Sin embargo, la cuestión de grabación requiere especial atención cuando se quieren filmar estructuras diminutas como nervios o vasos sanguíneos, ya que para alcanzar a percibir estas, el cirujano debe recurrir a un microscopio quirúrgico especializado.
Aunque los microscopios quirúrgicos cuentan con un lente extra para adaptar el aparato que grabará la misma imagen que percibe el cirujano, el dilema está en decidir con qué artefacto se obtendrán los mejores resultados.
Existen diversas opciones, desde cámaras diseñadas para esta labor, hasta usar un smartphone, pero hay algunas consideraciones que se deben tomar en cuenta.
Las cámaras para cirugía microscópica suelen ofrecer una excelente calidad de imagen. Se les puede ajustar la luz, ya sea en zonas muy iluminadas o difíciles de iluminar, y se adaptan para producir grabaciones con la nitidez adecuada. Con algunas se pueden captar imágenes en 3D y visualización en 4K, además son de fácil montaje en el microscopio.
Aunque las ventajas que ofrecen este tipo de cámaras son muy amplias, hay que considerar que su precio puede superar los 100 mil pesos.
Las cámaras digitales compactas, a diferencia de las anteriores, suelen tener costos accesibles, aunque las imágenes son de menor calidad. Para mejorar este factor se puede recurrir a una cámara réflex que eleva un poco el costo pero también la nitidez.
Las cámaras réflex tienen la ventaja de contar con adaptador de lente universal, lo que las hace de fácil colocación en el microscopio. Sin embargo, la desventaja de estas es que aunque mejora la calidad de una digital compacta, aún no graba imágenes más allá del full HD, además de permitir una grabación máxima de diez minutos, lo cual es un problema al momento de realizar cirugías largas.
Otra cámara que se puede usar es la famosa GoPro, la cual tiene dimensiones muy reducidas y está diseñada para usarse en condiciones extremas. Esta tiene la ventaja de poder alcanzar la resolución 4K y puede grabar más de dos horas. Al ser compatible con la mayoría de smartphones y tabletas, los videos son de rápido acceso y edición. Sin embargo, un punto negativo a agregar es que no cuenta con un buen manejo de balance de blancos por lo que puede bajar su calidad de imagen en cirugías vítreas.
A la competencia también entran las filmadoras digitales compactas, también llamadas blackmagic pocket. Estas son filmadoras semiprofesionales que permiten filmar en 4 y hasta 6K, con amplio rango dinámico de exposiciones, lo que la hace ideal para grabar cirugías de retina.
Su desventaja sería el costo que fácilmente duplica al de una GoPro, así como el acceso a los videos, ya que al ser muy pesados es difícil compartirlos y editarlos.
Aunque hay varias opciones para decidir, debe considerarse que se quiere tener una imagen óptima, se debe contemplar una inversión en ello.
Para solucionar esto, los smartphones llegan a salvar el día, ya que con el avance que han tenido, actualmente pueden ser una opción al alcance de cualquier persona. Los celulares de gama media y alta pueden alcanzar una mayor resolución que las cámaras digitales compactas.
Si bien, algunos celulares cuestan lo mismo que una cámara blackmagic, la diferencia es que se le puede dar uso personal, con lo cual no es un gasto para un solo propósito. Otra ventaja de estos dispositivos es que en el mismo se puede grabar y editar, así como la facilidad al compartir las filmaciones.
Hoy existen diversos aparatos para adaptarlos a los microscopios, así como aplicaciones para modificar la cámara simple a una profesional capaz de balancear mejor los aspectos que les podrían fallar, con lo que se vuelven una opción óptima para obtener videos de cirugías.