Aún hace falta incentivar a los pacientes a acudir a una revisión periódica que permita diagnosticar y tratar oportunamente el padecimiento.
Los cánceres de próstata crecen lentamente y no presentan síntomas en las etapas tempranas, de ahí que resulte tan importante que la fase de diagnóstico sea cada vez más amplia y exacta. La investigación científica ha hecho avances importantes para poner herramientas tecnológicas que auxilien a los médicos en la detección de este padecimiento.
En México, el cáncer de próstata es la primera causa de muerte por cáncer en hombres, estas defunciones aumentaron en 148% entre 1990 y 2010. Solamente el diagnóstico y tratamiento temprano de este padecimiento mejora las posibilidades de enfrentarlo.
Hugo Manzanilla García, académico titular de la Academia Mexicana de Cirugía, exjefe de Servicio de Urología del Hospital General de México "Dr. Eduardo Liceaga" y expresidente de la Sociedad Mexicana de Urología del Colegio de Profesionistas, aseguró en entrevista que para tener un diagnóstico hoy se utilizan tres métodos.
El primero es la exploración física que incluye el tacto rectal digital. De encontrarse, durante esta exploración, un nódulo sospechoso (una zona muy dura en la próstata), se pasa al siguiente método: la determinación del valor del antígeno prostático específico total: “Una proteína líquida que forma parte de los líquidos secretados por la próstata, el 0.1% de esa sustancia pasa a la sangre de los pacientes”, mencionó el especialista, quien también es miembro activo de la Alianza Uniendo Fuerzas contra el Cáncer de Próstata.
Manzanilla destacó que el límite es hasta cuatro nanogramos por decilitro. Si el paciente presenta un nódulo duro al tacto y un antígeno por arriba de cuatro (es decir, siete), se pasa al siguiente diagnóstico: el criterio de imagen a través de un ultrasonido transrectal de la glándula prostática. La zona hipoecoica de bordes mal definidos y ubicados en la orilla de la próstata, confirma el diagnóstico por imagen.
“Si el paciente tiene las tres alteraciones o dos de tres, es importante y necesario que lo mandemos a que se haga una biopsia guiada por ultrasonido de la glándula prostática. Hay otros métodos para hacer biopsia, también se puede hacer por resonancia magnética nuclear”, subrayó el urólogo.
Nuevas tecnologías de diagnóstico
Pero no todo se queda en estos tres métodos, pues, de acuerdo con Manzanilla, en el futuro se contempla la determinación de biomarcadores en sangre u orina, los cuales están encaminados a realizar el diagnóstico aún más anticipado, cuando la enfermedad todavía no se presenta y no existe algún dato de que el paciente tenga cáncer.
También está la biología con los oncogenes, es decir, estudios genéticos que determinan alguna alteración en los genes del paciente (mutaciones genéticas), a través de un mapeo genético se puede determinar si la persona padecerá algún tipo de cáncer o no.
Por ello, Manzanilla señaló que este tipo de medicina preventiva permitirá hacer una determinación antes de que el paciente enferme. Sin embargo, en México aún no se ha avanzado tanto, pues regularmente las pruebas se realizan en Estados Unidos y no todos los pacientes tienen acceso a este tipo de estudios.
La problemática principal de nuestro país continúa siendo el diagnóstico precoz. “Siete de cada 10 pacientes que están diagnosticados por primera vez se encuentran en una etapa avanzada, eso significa que el paciente se va a morir por cáncer de próstata”, aseveró el especialista y explicó que esto se debe a diversos factores, entre ellos el hecho de que la sociedad está acostumbrada a asociar dolor con enfermedad, por lo que no en la ausencia de este se omite visitar al médico.
“Dado que el cáncer de próstata no aparece en el centro de las glándulas, sino a la orilla, es muy poco probable que en sus etapas iniciales dé síntomas”, afirmó Manzanilla y enumeró algunos de ellos, como problemas para orinar debido al crecimiento prostático —hiperplasia prostática—; el chorro de orina se adelgaza, pierde fuerza y requiere más tiempo vaciar la vejiga; micción en fracciones; retardo en el inicio para orinar; goteo al final de la micción y una sensación de que no se vació totalmente la vejiga.
Aunado a que esta enfermedad no da síntomas en sus etapas tempranas, hay problemas sociales que impiden el diagnóstico, entre los que sobresale el papel del hombre como principal proveedor del hogar.
“Si tenemos a un paciente que es un trabajador con bajos salarios, a pesar de tener los síntomas que acabo de mencionar no acude a la institución de salud para ser atendido por el temor de perder el trabajo”, explicó el especialistas y comentó que, aunque frecuentemente los pacientes de las instituciones públicas pidan permiso para ir al hospital y realizarse los estudios, pasan hasta seis meses para que vuelvan a ver a su médico, mientras tanto la enfermedad puede seguir avanzando y esto provocar un retardo en su diagnóstico.
Gracias a la creación de la NOM-048-SSA2-2017, los médicos de cualquier parte del país pueden seguir los métodos de diagnóstico oportuno, así como las pruebas a efectuar para estabilizar la enfermedad y de acuerdo a ello localizar el tipo de tratamiento a ofrecer a los pacientes.
“Esto es muy importante porque es un primer paso para establecer las políticas públicas adecuadas para hacer un diagnóstico temprano de cáncer en México. Al existir una norma oficial ya es un paso para que exista una homogeneización en los criterios de diagnóstico para cáncer de próstata”, comentó Manzanilla.
Lo anterior también significa que las diferentes instituciones públicas de salud, las diferentes sociedades médicas que atienden cáncer, y los hospitales estatales pueden actuar al unísono y crear una campaña masiva de prevención y tratamiento.
Cómo prevenir el cáncer de próstata
Manzanilla recordó que la próstata puede tener una buena funcionalidad hasta los 50 años, aproximadamente; aunado a esto, entre los 40 y 45 la glándula empieza a tener cambios de crecimiento. A partir de estas edades es recomendable acudir con el especialista para una revisión.
“Al tener ya datos de crecimiento de los 45 años en adelante, el paciente puede acudir una vez al año con el especialista, con eso es más que suficiente para que se diagnostique este problema”, afirmó el urólogo.
Asimismo, resaltó que si se cuenta con antecedentes de un familiar directo con la enfermedad, el riesgo de desarrollarla es dos veces mayor que el de un hombre que no cuente con esto; empero, si se existen más de dos familiares con cáncer de próstata hasta seis veces más posibilidades de desarrollarlo. Por lo tanto, es necesario que la visita al especialista se realice dos veces al año.
Entre los factores de riesgo también se encuentra la etnia. Según Manzanilla, quienes más padecen cáncer de próstata son los hombres afrodescendientes, esa población padece la enfermedad a edad más temprana y presenta un cáncer más agresivo. Un segundo factor de riesgo es la dieta. El experto declaró que la ingesta de grasas poliinsaturadas, así como la comida rápida, propician el desarrollo de la enfermedad.
Para reducir el riesgo de cáncer de próstata, el médico recomienda aumentar el consumo de frutas y verduras, especialmente aquellas de color rojo, ya que continenen licopeno, el cual ayuda a disminuir la tasa de presentación de este cáncer. Mantener un peso saludable es crucial, pues en los hombres obesos hay más riesgo de padecer un cáncer más agresivo. De igual forma, la actividad sexual con eyaculaciones frecuentes contribuye a la prevención.
Actualmente, la Alianza Uniendo Fuerzas contra el Cáncer de Próstata, en la cual interviene la la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (AMLCC), lanzó la campaña de prevención “Hombre es el que hace lo que tiene que hacer”. Para Manzanilla el mensaje es muy claro, lo que los hombres tienen que hacer es acudir a chequearse la próstata por lo menos una vez al año