Hay 3 situaciones que requieren un análisis más profundo: investigación, regulación y educación
México es uno de los principales importadores de tecnología médica en América Latina. Con una diversidad de negocios envidiable, cercanía con los Estados Unidos, y tanto talento nacional, ¿qué nos espera en el futuro después de haber vivido una de las mayores crisis en el sector salud causado por el COVID-19?
En este texto queremos analizar 3 puntos clave en los próximos meses.
Desarrollo tecnológico nacional
La dependencia de tecnología extranjera provocó que México viviera una de las peores crisis por no contar con el material y equipos críticos para atender la pandemia por COVID-19. Diversas empresas, universidades e instituciones educativas no tardaron en responder al llamado de nuestro país para producir soluciones nacionales que ayudasen al país a salir adelante. El caso más reciente, en donde múltiples empresas se unieron para el desarrollo del ventilador VSZ-20-2, demuestra el potencial que existe en nuestras empresas y profesionistas para atender la demanda nacional. Esto nos lleva al siguiente punto.
Cambios importantes en la regulación de dispositivos médicos
Para que nuestra industria y emprendimiento en salud puedan florecer y producir, es importante reunir a todas las partes para proponer cambios en la regulación vigente de dispositivos médicos con el fin de facilitar el desarrollo tecnológico e incentivarlo. Es verdad que la industria de salud no se creó en unos meses, sin embargo, debemos de aceptar que nuestro marco regulatorio requiere de actualización y modernización para que los procesos de evaluación de riesgos sanitarios sean más eficientes. Si contamos con el conocimiento, la voluntad y los casos de éxito, ¿qué hace falta? A continuación, se expone nuestro último punto.
Ajustes en el modelo educativo a las necesidades mexicanas
Basta de proyectos finales que se quedan en nuestro librero, de artículos científicos que no producen patentes y de la carencia de la educación práctica en las universidades. La teoría no crea al maestro, la práctica sí. Reunamos a la academia y a la industria con el fin de darle la oportunidad a nuestros estudiantes de demostrar que sus proyectos pueden vender… ¡y mucho! Varios hospitales no tienen la confianza de probar nuevos desarrollos mexicanos debido a que estudiantes y emprendedores no reciben inversión para validar sus tecnologías. Si ayudamos a la academia a incubar sus desarrollos y a validarlos en instituciones de salud tenemos más posibilidades de aumentar la credibilidad de nuestros proyectos para llegar al mercado que tanto necesita de nosotros.
COVID-19 ha sido una situación desafortunada para el mundo, costando miles de vidas cada día. ¿Qué estamos esperando para hacer cambios?
No olvides ser parte de nuestro siguiente webinar, en el cuál tocaremos temas importantes de la industria de la salud.
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