Mientras se logra la vacuna contra la COVID-19, México tendrá que valerse de tratamientos y dispositivos médicos para atender a los pacientes
Desarrollar vacunas toma su tiempo, sin embargo, las investigaciones en todo el mundo están tratando de acelerar los procesos y se han enfocado en dar con la que podría enfrentar al SARS-CoV-2 para frenar los contagios y muertes. El recuento de los daños, hasta la segunda semana de septiembre de 2020, se resume en 27 millones de personas contagiadas, alrededor de 900,000 muertos en todo el planeta y las economías globales en crisis.
Hasta el 7 de septiembre se tenían identificados 34 proyectos de vacunas en ensayos clínicos y 142 candidatas a vacunas en fase preclínica. Pero aún le queda mucho por recorrer a los proyectos que se han sumado a la carrera por una vacuna antes de que la dosis llegue a distribuirse de manera masiva en México y en el mundo.
Además de hallar la indicada, es decir, la más efectiva, segura y accesible, hay otros retos a los que las autoridades sanitarias del mundo tendrán que enfrentarse, como la producción masiva y la distribución de la vacuna. Así, mientras el mundo espera por la inmunización, los dispositivos médicos, los tratamientos y las distintas estrategias —como el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y el lavado de manos— serán clave para mitigar la pandemia.
Durante el panel “Una vacuna contra la crisis”, de Expansión Summit 2020, los ponentes expusieron las estrategias de México para tener acceso a la vacuna en el futuro, los retos para la industria farmacéutica y de dispositivos médicos, así como los aprendizajes, las alianzas y el trabajo colaborativo con otros países.
Martha Delgado, subsecretaria para asuntos multilaterales y derechos humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, destacó las labores que se realizan desde el punto de vista diplomático para poder acceder a la vacuna.
“La pandemia nos ha evidenciado muchas problemáticas sociales y económicas. Parte de la recuperación económica sí tiene cierta esperanza de que exista una vacuna”, mencionó Martha Delgado y recordó que desarrollar vacunas es un proceso que puede durar años para llegar hasta su aprobación. Incluso, aún hay enfermedades para las que no hay vacunas, como el VIH.
Además, recordó que el canciller Marcelo Ebrard fue mandatado para buscar en el exterior medicamentos, dispositivos, como equipo de protección personal o ventiladores, y ahora también la vacuna. México no puede estar sólo atenido a lo que pueda ocurrir en el desarrollo tecnológico en el país, también, ante una crisis como la que vivimos actualmente se debe buscar hacer alianzas y acuerdos para adquirir todo lo necesario para enfrentar la pandemia.
La estrategia de México para acceder a la vacuna no se basa en poder económico, como lo hacen algunos países europeos, nuestro país no puede precomprar vacunas a distintas farmacéuticas para asegurarse de tener uno, o en el mejor de los casos, varios stocks.
Este tipo de estrategias no funcionan para México no sólo por la inversión, sino por el tamaño del país. “Esos países están buscando 10 millones de vacunas, o 15, México está buscando varias decenas de millones”, señaló la subsecretaria de asuntos multilaterales.
Además, Delgado recordó que una inmunidad se logra cuando se tiene inmunización en el 70? la población, en un lapso determinado. “No estamos hablando de que de una vez y por todas se vacunara a esa cantidad de gente”, subrayó.
Covax, CEPI y la localidad: tres pilares de la estrategia
Para acceder a la vacuna en el futuro, México se está valiendo de una estrategia de tres vías. Una es la multilateral, participando en la iniciativa Covax. “Es una iniciativa que es una suerte de bolsa, en donde los países ponen una cantidad de dinero para apostarle al desarrollo de nueve vacunas que están en el portafolio de CEPI, que es la Coalición para la Preparación de Innovación contra las Epidemias”, señaló Delgado.
En Covax los países que participan comparten el riesgo y los más ricos subsidian a los más pobres. “Somos el único país de América Latina que participa en la CEPI en este momento”, afirmó la subsecretaria y añadió que México es uno de los únicos tres países que estará en el lanzamiento de otra iniciativa multilateral “para dar una respuesta y universalizar las herramientas, entre ellas las vacunas para enfrentar al COVID”.
Además, México también ha realizado acuerdos bilaterales con las diferentes farmacéuticas que han ofrecido acceso a sus vacunas y en cuanto tengan aprobadas sus fases de estudios clínicos, México podría precomprar algunas dosis.
La tercera estrategia es local, así que la vacuna no sólo podría venir del exterior, en México ya se están desarrollando proyectos de vacunas para enfrentar la pandemia.
Para tener una vacuna que sea eficaz y segura, antes debe pasar por varias fases de estudios clínicos. Actualmente, hay varios proyectos que se encuentran en fase 3 de ensayos clínicos, por lo que se están probando en miles de personas en todo el mundo. Estos ensayos ayudan a probar la seguridad y eficacia de la futura vacuna.
Uno de los ensayos que se está llevando a cabo y que tuvo que ser detenido fue el de la vacuna de la Universidad de Oxford-AstraZeneca, pues un voluntario presentó efectos adversos.
Elvira Espinosa, comisionada de Autorización Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), comentó que la empresa paró la prueba para analizar lo que sucedió y explicó que así funcionan las autorizaciones de fármacos y productos, como los dispositivos médicos. Antes de que estén disponibles para el consumidor, deben pasar por una serie de pruebas que garanticen su seguridad.
Además, Espinosa explicó que la pandemia ha abierto las puertas al trabajo colaborativo entre países y organismos. Además, aseguró que se ha abierto el diálogo con diversas organizaciones, foros de expertos y con agencias regulatorias de la región.
Los esfuerzos de la industria mexicana
Los tiempos que corren requieren de decisiones extraordinarias. Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), aseguró que para enfrentar estos tiempos de crisis se necesita de un aporte combinado del sector privado, público, organismos multilaterales y organismos a nivel global.
Además, Thompson recordó que desarrollar vacunas es todo un desafío. “Tenemos que trabajar todos juntos, esto es un esfuerzo de todos”, aseguró el director ejecutivo de la AMIIF. Además, subrayó que, una vez que se obtenga la vacuna, para poder enfrentar al nuevo coronavirus se requieren cerca de 12,000 o 15,000 millones de dosis. Sin embargo, hasta ahora la industria farmacéutica tiene capacidad para producir la mitad, aunque muchas empresas se encuentran invirtiendo en la expansión de sus plantas.
Por su parte, Fernando Oliveros, presidente de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), aseguró que México ha sido una potencia a nivel mundial en la producción de dispositivos médicos. Además, mientras no haya una vacuna, la industria seguirá esforzándose para producir los dispositivos necesarios para enfrentar la pandemia.
“Nadie ha visto en la historia reciente una historia tan complicada, estamos entendiendo el rol que tiene México en la fabricación mundial, hemos sido pieza central en la lucha contra la pandemia”, afirmó. La industria ha estado en la batalla con la producción de equipo personal (caretas, mascarillas, respiradores); las pruebas reactivas, tanto confirmatorias como rápidas; y los equipos de soporte de vida (ventiladores, oxímetros y equipos de monitoreo).
Además, el presidente de la AMID señaló que México, por el momento geopolítico que se está viviendo, puede tener una gran oportunidad de acelerar la fortaleza que tiene el sector de dispositivos. Sobre todo, ahora que Estados Unidos, principal consumidor de estas tecnologías, está buscando un reacomodo de sus fábricas, por lo que México podría sumarse al reto.
El trabajo de la industria de dispositivos será atender la demanda mientras llega la vacuna, “pero, también, en el mediano y largo plazo, fortalecer la independencia, la fortaleza y la soberanía de fabricación y tecnológica que México tiene”.