En México, la situación de los servicios de atención prehospitalaria de urgencias médicas ha sido deficiente, lo que favoreció que voluntarios, organizaciones no gubernamentales y el sector privado asumiera esa responsabilidad, pero lo hicieron sin planeación, ni coordinación.
Aunque no existen datos certeros de cuántas ambulancias hay en el sector público y privado, se calcula hay más de 6 mil en el país que ofrecen servicios prehospitalarios, pero laboran sin evaluación de su desempeño, a pesar de las elevadas tasas de morbilidad y mortalidad ocasionadas por lesiones y enfermedades prevenibles.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) por cada 25 mil habitantes debe existir una ambulancia.
Estadísticas del sector salud, indican que, en el primer semestre del año 2021, las tres principales causas de muerte a nivel nacional fueron: Covid-19, (25.0%), enfermedades del corazón (19.7%), y diabetes mellitus (12.8%).
Le siguen tumores malignos, influenza y neumonía, enfermedades del hígado, cerebrovasculares, homicidio, accidentes y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
Las lesiones son una causa importante de muerte prematura y discapacidad en todo el mundo. La mayor parte de las estrategias para el control de las heridas se centra en la atención primaria a la salud, es decir, en evitar que se produzcan o minimizar su gravedad.
La medicina prehospitalaria es fundamental para reducir la morbilidad y mortalidad por lesiones que requieren pronta atención médica, pero en nuestro país existen servicios en los que atiende personal sin tener certificaciones que avalen su entrenamiento, lo que pone en riesgo innecesario la vida del paciente.
La Norma Oficial Mexicana NOM-034-SSA3-2013, establece que una ambulancia debe contar con al menos dos Técnicos en Atención Médica Pre-hospitalaria (TAMO) que demuestren documentalmente haber acreditado cursos para el manejo de pacientes en estado crítico que requieran cuidados intensivos, avalados por las autoridades educativas competentes.
También debe haber un médico certificado en atención médica pre-hospitalaria y manejo de pacientes en estado crítico que requieran cuidados intensivos.
Las ambulancias deben estar equipadas con reanimadores tipo bolsa con válvula de no reinhalación, para adultos y bebés, camilla rígida con sistema de sujeción, carro-camilla, esfigmomanómetro aneroide con brazaletes para adulto y pediátrico, estetoscopio biauricular, equipo de aspiración de secreciones fijo o portátil, equipo de cánulas orofaríngeas en los tamaños: prematuro, neonatal, infantil, pediátrica y adulto.
Además de gancho porta suero doble, glucómetro o sustituto tecnológico, mascarillas con filtro HEPA o N95, tanque de oxígeno fijo y portátil, flujómetros y termómetro digital o sustituto tecnológico.
Apósitos, gasas estériles y no estériles, cobertores, catéteres venosos cortos estériles, cómodo, contenedor rígido de color rojo para material punzocortante, bolsa roja y bolsa amarilla para RPBI, desinfectante para manos y para equipos y superficies.
Equipo desechable para venoclisis, guantes estériles, no estériles y cubre bocas, jabón quirúrgico, jeringas desechables, para insulina, ligaduras, pato orinal, puntas nasales para oxígeno, mascarilla con bolsa reservorio y mascarilla simple en tamaños adulto y pediátrico, entro otros materiales.
Ciudad de México
En la Ciudad de México, existen cerca de 500 ambulancias de todas las instituciones de salud del sector público, incluida la Cruz Roja y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en tanto que hay un aproximado de 300 particulares, informó recientemente Martha Cruz Sánchez, coordinadora de Servicios de Salud y de Cuidados Personales de la Secretaría de Salud en esta entidad.
En la última semana, el gobierno de la Ciudad de México informó que se iniciará un plan para la regularización de ambulancias privadas, con el fin de certificar la operación de estos vehículos. Si las unidades no cumplen con los requisitos en un periodo de 90 días, después de que se lance la convocatoria, serán enviadas al corralón.
Precisó que se publicará un reglamento para vehículos con uso de ambulancias y el protocolo de actuación que debe cumplir su personal. Posteriormente, se lanzará la invitación a quienes prestan este servicio y tendrán un periodo de 90 días para cumplir con los requisitos correspondientes.