La cobertura sanitaria universal es una meta que varios países del mundo pretenden alcanzar en el futuro, se refiere a que todas las personas puedan tener acceso a servicios de salud de calidad cuando y donde lo requieran, pese a su dificultad económica o las brechas de desigualdad.
Para alcanzar esta meta hay varios puntos en los que debe ponerse atención. Uno de los más importantes es el manejo adecuado de los recursos, tanto en el sector público como en el privado, así como la colaboración entre los dos sectores.
De acuerdo con un reporte publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en América Latina y el Caribe las demandas de salud han cambiado y ahora existen tendencias demográficas que indican cuál es el servicio que más necesita cada región.
Un ejemplo son los hospitales en zonas de alta probabilidad de desastres naturales, los cuales deben estar equipados para aplicar tratamientos complejos y deben ser resilientes para funcionar en situaciones adversas.
Por esto, la inversión en la infraestructura es importante. Muchos hospitales, antes de la pandemia de COVID-19, recibían poco mantenimiento para afrontar epidemias, sin embargo, hoy aportar capital en esa área resulta crucial.
En el sector público como en el privado, esto representa una oportunidad de tener estructuras con criterios bioclimáticos, con medidas de consumo responsable de agua y energía, así como materiales que reduzcan el impacto ambiental e incluso los costos de la operación, lo cual es un beneficio no solo para el medio ambiente, sino para reducir el tiempo en el que se recupera la inversión.
Sin duda, debe haber una colaboración mayor entre los sectores público y privado, ya que uno no puede funcionar sin en el otro. En muchos países el sector privado cumple la función de fabricación, comercialización y distribución de insumos médicos, así como productos farmacéuticos y equipos.
En América Latina y el Caribe, los proveedores privados son los encargados de brindar un tercio de los servicios de salud a la población que no tiene acceso a los públicos o que creen que estos son poco eficientes.
Las alianzas público-privadas pueden ser un instrumento rentable para la política pública, así como para el sector privado.
“Convenientemente estructuradas y ejecutadas, las alianzas pueden aumentar la eficacia de las inversiones en función del costo, facilitar la innovación tecnológica o ampliar la disponibilidad de tecnologías que cubran las necesidades de salud de una población específica. Buena parte de los ahorros (tanto en servicios clínicos como no clínicos) se deriva de la competencia en el proceso de licitación, en el cual se requieren contratos bien estructurados que tomen en cuenta la rentabilidad”, indicó.
Otro factor que puede ayudar a hacer más eficiente el sistema de salud, tanto en el sector público como en el privado, es el invertir en recursos humanos, ya que los profesionales de la salud deben estar capacitados para colaborar entre ellos. Con esto se conseguirá que se pueda brindar atención primaria de mejor calidad.
Aunado a esto, con la llegada de la tecnología, es indispensable que los centros médicos tengan personal enfocado en planificar, analizar y administrar las innovaciones que han surgido para el área médica.
Según las estimaciones del BID, la brecha de la inversión en salud en América Latina y el Caribe es de aproximadamente 175 millones de dólares, de los cuales 53 por ciento debería dirigirse a reposición, normalización y/o refinamiento de hospitales existentes, 14 por ciento a la construcción de nuevos hospitales, 13 por ciento a la infraestructura de atención primaria y 20 por ciento a equipo médico.
Grupo DIB ha demostrado que los costos operativos y de mantenimiento pueden optimizar las decisiones de inversión y planificación a futuro de gastos recurrentes, por lo que se dedica a brindar asistencia técnica para procesos de adquisiciones agrupados. Así mismo, ha brindado asistencia a programas orientados en asuntos de género y ha colaborado en programas que abordan la diversidad cultural y la inclusión de personas con discapacidad.
Referencia
HEALTH SECTOR FRAMEWORK DOCUMENT. DOCUMENT OF THE INTER-AMERICAN DEVELOPMENT BANK. BID. En línea. Disponible en: https://www.iadb.org/es/quienes-somos/tematicas/health/marco-sectorial-salud