Se vislumbra lejano alcanzar los ODS. Algunas de las enfermedades que más aquejan a la población se estancaron, sin señales de declinar.
2030 será un año decisivo en temas de salud, ya que se medirán los esfuerzos que ha hecho el gobierno mexicano para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) establecidos por la Organización de las Naciones Unidas, específicamente el objetivo 3, enfocado en la salud de la población.
Sin embargo, México aún tiene un largo camino por recorrer en los siguientes 10 años para cumplir las 13 metas establecidas en el objetivo, y es probable que no cumpla algunas de ellas, como la 3.4, que establece que las naciones deberán reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles, mediante la prevención y el tratamiento y promover la salud mental y el bienestar.
“Las tendencias no favorecen que vayamos a cumplir el objetivo en la meta 4: la diabetes va en aumento, la incidencia en enfermedades cardiovasculares se muestra estable, al igual que el cáncer (en ambos casos) la tendencia no es decreciente. Entonces, no estamos ni cerca de lograr ese objetivo”, afirma Eduardo González Pier, director de INNOVAMED,
El economista señala que uno de los problemas por los que no se podrá cumplir esta meta es por una serie de “cuellos de botella” que empiezan en la atención médica primaria, y que continúan en la parte de análisis clínicos, la referencia a la atención especializada, los tratamientos y los seguimientos, actividades que tienen que hacerse rápido y bien, para poder reducir realmente las muertes prematuras.
“Porque pudiste haber hecho la imagen, pero no se ha seguido con toda la cadena. Y en estos momentos, si resuelves el cuello de botella, lo que haces es encontrarte con el que sigue (…) Y eso está pasando en todos lados, con todas las enfermedades”, asegura el también exsecretario de Salud.
La atención es solución
Al preguntarle por las posibles soluciones a estos problemas dentro del sistema, González Pier menciona dos: la detección y el tratamiento temprano —para lo cual se necesita fortalecer la atención primaria— así como la integración del sistema, con lo que se tendría mejor coordinación, información fluyendo, más colaboración y el aprovechamiento de los recursos de forma eficiente.
“Esa sería la solución, tienes que hacer que los recursos, que de por sí son escasos, funcionen bien y sabiendo que no son suficientes, hay que producir más y mejores recursos”, asegura.
Las enfermedades transmisibles son el reto más grande, en el marco de esta transformación, ya que se requieren recursos económicos importantes para atender a los pacientes.
De acuerdo con González Pier, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer son los tres padecimientos prioritarios de atención, ya que son tres de las cuatro primeras causas de muertes prematuras en el país, y tienen su causa en el síndrome metabólico, que a su vez es causado por una mala alimentación y la nula actividad física.
Además, estas enfermedades requerirán recursos equivalentes al 48?l Producto Interno Bruto (PIB) de los países, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Muy probablemente esos tres seguirán siendo los principales problemas de salud y quizá tomen una participación muy importante como parte de las muertes prematuras que vamos a ver en 2030”, dice el especialista en salud.
Estrategias por región
Ante la crisis que se avecina, las soluciones tienen que pasar a la etapa de implementación de los nuevos modelos de prevención y atención.
“El diagnóstico es bastante claro: hay mucha documentación que señala los problemas. Lo que falta ahora es una buena estrategia e implementación donde ya hay acuerdos”, asegura González Pier.
El especialista sugiere analizar cada padecimiento a detalle y crear estrategias específicas para cada uno de ellos, pero siempre tomando en cuenta la zona geográfica del país, pues cada una tiene requerimientos específicos.
Aunado a eso, el financiamiento por parte del Estado deberá incrementar de 2.8?l PIB ––que es la inversión actual–– a por lo menos 5% para 2030, tan solo de recursos públicos. Solo así se podrá tener un sistema de salud que responda a las necesidades del paciente,
“2030 será un año de cambios, de que va a cambiar el sistema de salud va a cambiar, la pregunta es si va a cambiar para mejorar o no”, puntualiza González Pier.