La obesidad es de las principales enfermedades en México. Hablar sobre ella desde el estigma repercute en la salud de las personas que viven con ella.
El primer paso sería reconocer que la obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial, para después hablar sobre ella, abordarla y recibir atención transdisciplinaria, colectiva e intersectorial para su prevención y control.
Sin embargo, aún existen estigmas sobre la obesidad que hacen que la sociedad se centre más en el aspecto de las personas que viven con ella, y le resten importancia a la gravedad de los problemas de salud que conlleva.
Para hablar de esto, en el marco del Día Mundial de la Obesidad, especialistas de distintas instancias se reunieron para compartir perspectivas con el afán de controlar y prevenir este problema de salud pública.
Al encuentro, se presentaron profesionales de la salud pertenecientes a la World Obesity Federation (WOF), el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), organismos multilaterales (como como OPS/OMS y UNICEF) y representantes de organizaciones profesionales y de la sociedad civil.
En la reunión, el Doctor Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP y presidente electo de la WOF, mostró análisis preliminares donde se puede observar que los esfuerzos que se han hecho por controlar la epidemia de obesidad pudieran estar dando frutos, pero para que esto continúe remarcó, se debe hablar de la obesidad.
“Queremos aprovechar el poder de la conversación, el diálogo empático y abierto que permiten a las personas que viven con obesidad tomar acciones concretas junto con líderes profesionales de la salud, para mejorar la conciencia colectiva y evitar el estigma que rodea a este problema de salud”, comentó.
Por su parte, la Doctora Jaqueline Cortés, presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), alertó sobre el problema de enviar mensajes erróneos acerca de la obesidad, ya que esto fomenta un sesgo y estigma en las personas que viven con esta enfermedad, lo cual puede causarles una mayor morbilidad y mortalidad.
“La obesidad no se trata de hacer revoluciones para defender quienes somos, ni auto validarse en una sociedad estigmatizada que critica la imagen corporal para encajar en ella, sino reconocer que es una enfermedad compleja y multifactorial”, mencionó.
Insistió en que la importancia de tratar la obesidad no se centra en lo estético, sino en las enfermedades que esta puede ocasionar.
De acuerdo al Doctor Juan Luis Salgado Loza, presidente del Colegio de Medicina Interna de México (CMIM), algunas comorbilidades asociadas al exceso de tejido adiposo en el largo plazo son la diabetes, hipertensión, cáncer y complicaciones por COVID-19, entre otras.
Para agregar a esta información, el Doctor Antonio González Chávez, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio Multidisciplinario del Síndrome Metabólico (AMESI), explicó que la obesidad afecta también la mente e influye en el apetito, la saciedad, las conductas alimentarias estresantes, así como en el metabolismo y la distribución de la grasa corporal.
“Cuando una persona trata de perder peso, los cambios hormonales se producen rápidamente, lo que puede llevar a un aumento de apetito y al mismo tiempo, la tasa metabólica se ralentiza, lo que hace que se consuman menos calorías. La obesidad, por lo tanto, es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento a largo plazo”, destacó.
Para finalizar, el Doctor Ricardo Luna, presidente de la Sociedad Mexicana de Obesidad (SMO), añadió que el Día Mundial de la Obesidad es una oportunidad para reconocer las barreras que existen para lograr una buena atención en la enfermedad, pero también para dar visibilización a que se debe dar un tratamiento integral de acuerdo a las necesidades de las personas que viven con ella.
