Día de la lucha de contra la hipertensión pulmonar, la primera vez que se conmemora en México

pulmonar
09 Mayo 2022 Alina Velázquez / Conexiones 365

Este 2022, por primera vez en México se conmemoró el “Día de la Lucha contra la Hipertensión Pulmonar”. La importancia de esta fecha radica en las alertas que se encienden por la advertencia de que sus síntomas son inespecíficos, frecuentemente se confunden con otro tipo de padecimientos y es necesario acelerar su diagnóstico temprano.

Entre más oportuno sea el diagnóstico, mejor será el tratamiento y las perspectivas de calidad de vida. Ese es el objetivo.

Ahora, México es el primer país en Latinoamérica que cuenta con este enfoque de atención. El 7 de mayo se conmemoró el “Día de la Lucha contra la Hipertensión Pulmonar”, y a lo largo de este mes se contemplan actividades de concientización. Para instituir esta fecha a nivel nacional, se tuvo que atravesar por un proceso legislativo que duró 5 años.

La hipertensión pulmonar es una enfermedad crónica, causada por el aumento de la resistencia vascular pulmonar que provoca una progresiva sobrecarga y posterior disfunción del ventrículo derecho, lo que lleva a la insuficiencia cardíaca.

Es una de las 7 mil enfermedades raras que existen en el mundo y que afecta alrededor de 20 mil personas por cada millón de habitantes. En México, según cifras de la Asociación Mexicana de Hipertensión Arterial Pulmonar, alrededor de 4 mil personas la padecen. Se calcula que puede llegar a costar hasta el 70% de los ingresos familiares, oscilando en promedio el gasto de 250 mil dólares anuales.

En un foro virtual realizado por la farmacéutica Janssen, expertos advirtieron que muchos mexicanos la padecen sin saberlo, debido a la confusión con síntomas que pueden llevar a una demora en el diagnóstico de 2 o 3 años.

Nayeli Zayas, Jefa del departamento de Cardioneumología del Instituto Nacional de Cardiología (INCAN) indicó que la hipertensión pulmonar es una enfermedad silenciosa, progresiva y mortal que se puede diferenciar con otras por la afectación de las arterias de los pulmones.

“En esta enfermedad hay síntomas que van siendo progresivos en el momento de que un paciente tiene síntomas como el cansancio, al subir las escaleras, al caminar, al hacer sus actividades diarias es probable que ya haya una afectación mayor del 60 por ciento de la circulación pulmonar”, expuso.

“Esto nos preocupa porque sabemos que hay pacientes que ni siquiera están diagnosticados con el padecimiento. Es importante mencionar que afecta tanto a hombres como a mujeres, adultos y a niños.

“En esa fase de silencio, cuando un paciente presenta estos síntomas, también se pueden confundir con otros padecimientos que generan esas alteraciones, la falta de aire, cansancio, que las piernas se hinchen, que un paciente se desmaye.  Esa ya es la fase más progresiva y de ahí es muy importante identificar”, resaltó.

Para detectarla, indicó que se deben hacer estudios para medir la presión de la arteria pulmonar, cuya media es de 20 milímetros. Explicó que dos milímetros por encima de ese promedio se considera alto y es un signo de alerta.

Este padecimiento, dijo, está asociado a factores como enfermedades que pueden alterar las arterias pulmonares como las autoinmunes, el Lupus y el VIH. Aunque, comentó que no en todos los casos están presentes.

En tanto, Tomás Pulido, Subdirector de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Cardiología refirió que el tratamiento está enfocado en abrir las arterias pulmonares. En el país, dijo, existen 9 medicamentos para ello, ya disponibles en el sistema de salud público. El experto insistió en la importancia de acceder a él de forma oportuna.

“Lo que también se ha demostrado es que si nosotros tratamos a los pacientes de forma temprana van a vivir más y con mayor calidad de vida”, resaltó.

“Si antes la supervivencia de los pacientes era más o menos de 3 años, tenemos pacientes que llevan 6, 10 años, 15 años siendo tratados con una buena calidad de vida. Entonces, sí está demostrado que estos medicamentos ayudan al paciente, si bien la enfermedad no se cura, podemos detener la progresión de esta enfermedad”, agregó.

Al respecto, Héctor Glenn, Jefe del Departamento de Fisiología Pulmonar y Clínica del Sueño del Hospital de Cardiología número 34 del IMSS, informó que tras el diagnóstico, se debe dar puntual seguimiento al paciente.

Aclaró que aunque éste también debe ser individualizado, según las recomendaciones, debe haber una evaluación por periodos que van de los 3 a los 6 meses.

“Pero sí tenemos algún paciente de reciente diagnóstico, que se encuentre con una categoría de riesgo alto de mortalidad, ahí lo que nosotros debemos hacer es probablemente hacer una evaluación temprana entre 6 semanas y 3 meses, y posteriormente estaremos dándole seguimiento cada 3 o cada 6 meses”, detalló.

“Es importante hacer todos los estudios necesarios para darle al paciente la mejor posibilidad de atención y poder anticiparnos para hacer los cambios en el tratamiento que se requiera”, agregó.

Instó en que un diagnóstico y tratamiento oportuno ofrece al paciente una buena calidad de vida.

“Vuelven a hacer una vida casi normal, una actividad cotidiana de ejercicio, vuelven a llevar a sus hijos a la escuela. Tenemos pacientes que regresaron a trabajar después de 6 meses de haber estado incapacitados. Una vez que se les va adecuando tratamiento y mejoran, estos pacientes pueden hacer una vida casi normal”, externó. 

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