La información errónea o falsa perjudican la salud de las personas, por ello es necesario valerse de fuentes confiables y evitar propagar información no verificada.
Durante la pandemia por COVID-19, ha habido otro problema por el cual preocuparse, aunque no se trate de un microorganismo, también es viral: la infodemia y la desinformación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia por COVID-19 y la respuesta a esta han estado acompañadas de una infodemia masiva, es decir, de una cantidad excesiva de información —en algunos casos correcta, en otros no— que dificulta que las persona encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan.
Según el mismo órgano, esta sobreabundancia de información incluye intentos por difundir información errónea y promover intereses de otras personas o grupos. Sin embargo, lo que resulta más alarmante es que la información incorrecta y falsa puede afectar la salud mental y física de las personas.
La misma OMS señaló que durante el mes de abril del 2020 se subieron más de 360 millones de videos de YouTube en las categorías COVID-19 y COVID 19. Entre audios, videos o notas de portales de noticias, algunas de las noticias falsas que llegaron a circular incluían supuestas curas o medicamentos para tratar la enfermedad causada por el SARS-CoV-2. Sin embargo, también se llegó a afirmar a través de estas fuentes que la existencia del nuevo coronavirus era falsa.
Cifras de una encuesta realizada por ESET Latinoamérica en mayo del 2020 arrojó que más del 70? los participantes aseguró haber recibido, durante la pandemia, noticias falsas sobre COVID-19 a través de redes sociales (72%), WhatsApp (51%) y portales de noticias de dudosa credibilidad (36%). Además, en la recopilación de búsquedas más recurrentes que realiza Google, se hizo notar que en México la palabra con mayor tendencia fue “coronavirus”.
Asimismo, otras búsquedas con gran relevancia fueron: qué es el coronavirus, cómo hacer gel antibacterial, cómo hacer cubrebocas, cómo se contagia y cómo prevenir el coronavirus.
La desinformación se difunde velozmente, lo que propicia que algunas personas tomen mayores riesgos. Esto hace que la pandemia se agrave y se perjudique y ponga en peligro a la población. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la infodemia “dificulta que las personas, los encargados de tomar las decisiones y el personal de salud encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan”.
Acciones de la OMS
Para hacerle frente a la infodemia la OMS llevó a cabo una consulta técnica a través de medios digitales, para ello buscó representantes de medios, plataformas de redes sociales, organizaciones del sector privado y sociedad civil, así como investigadores y personal sanitario para crear una discusión alrededor de acciones y métodos que resuelvan el problema.
Como resultado, se eligieron 50 acciones para la gestión de infodemias en crisis sanitarias: casi la mitad de las acciones se relacionaban con cómo amplificar el alcance de mensajes creíbles. Además, se sugirieron acciones específicas que la OMS o los Estados Miembros podían llevar a cabo, como proveer coordinación y desarrollo de guías y pautas; la creación de coaliciones con agencias de la ONU, organizaciones fact-checking, científicos de datos, compañías de redes sociales y periodistas; así como generar estrategias de comunicación y herramientas para alcanzar a las comunidades y grupos vulnerables.
La Red de Información sobre Epidemias de la OMS (EPI-WIN) da acceso a orientación e información correctas, fáciles de entender y procedentes de fuentes confiables sobre la emergencia de salud pública generada por el brote de COVID-19. A través de esta red, tanto los profesionales de la salud como el público en general pueden encontrar información veraz y actualizada sobre distintos temas de interés alrededor de la pandemia: mutaciones y variantes del SARS-CoV-2, vacunas y pruebas, entre otros.
Asimismo, en el Portal Regional de la Biblioteca Virtual de Salud están disponibles publicaciones científicas y técnicas sobre la COVID-19. En este sitio también se pueden encontrar fuentes de información para investigación, publicaciones sobre temas relevantes en COVID-19, y documentos técnicos para profesionales, entre muchos otros materiales.
Además, a través de Instagram y YouTube, entre otras vías, la OMS está estableciendo contacto con personas influyentes para que difundan mensajes correctos entre sus seguidores. Para el órgano, emplear técnicas de seguimiento de las redes sociales y los medios de comunicación, así como el análisis de percepciones, ayuda a conocer los temas que surgen en línea, las conversaciones alrededor de ellos y los factores emocionales que las impulsan.
Google contra la desinformación
Debido a la gran desinformación que ha ido surgiendo alrededor de las vacunas contra COVID-19, el gigante tecnológico anunció, en enero de este año, un fondo para financiar proyectos que verifiquen hechos en torno a estos fármacos.
El financiamiento de 3 millones de dólares buscó iniciativas periodísticas que puedan verificar el proceso de inmunización; de esta manera, se podrá contar, sobre todo en poblaciones vulnerables, con información confiable.
Pero esta no es la primera iniciativa de Google para combatir la infodemia y desinformación que han surgido durante la pandemia, hace un año, la compañía dio a conocer un fondo similar para verificadores de hechos (fact-checking) y proporcionar datos oficiales, garantizando el acceso a información segura y confiable.
Hasta enero de 2021, Google había eliminado más de 700,000 publicaciones de desinformación médica sobre COVID-19. Ahora, la tecnológica también ha puesto a disposición de los usuarios diversas herramientas (Fact Check Tools) para que puedan verificar la veracidad de las noticias que consumen.