La anticipación por la llegada de la primavera se renueva anualmente en muchos corazones, pero lamentablemente, el escenario se ve empañado por los efectos del cambio climático; esta temporada, que solía ser sinónimo de renacimiento y alegría, ahora suscita preocupación, especialmente entre aquellos que padecen alergias estacionales.
Y es que la sequía que atraviesa el mundo no solo priva a millones de personas del vital líquido, sino que también puede conllevar el aumento de las alergias y que duren periodos más prolongados.
Esta situación se debe principalmente a que la escasez de lluvia retrasa el florecimiento de ciertas especies vegetales y al mismo tiempo, favorece el crecimiento de otras, por lo que el periodo de polinización se larga. (1)
Las personas alérgicas al polen son las más afectadas por este cambio en la naturaleza, pero no son las únicas.
La falta de lluvia a nivel mundial ha provocado que las impurezas del aire se queden en él por más tiempo, y broten molestias no solo por el polen, sino también por la contaminación.
Esta situación compromete la salud respiratoria de las personas en general y propicia que las que no viven con alergias las puedan desarrollar con más facilidad. Además, las personas con enfermedades respiratorias tienen más complicaciones durante este periodo, tal es el caso de las personas asmáticas, así como las que frecuentemente desarrollan conjuntivitis o rinitis.
Las complicaciones de las alergias no solo implican estornudos, sino que quienes las padecen pueden presentar dolores en músculos, cansancio e incluso fiebre. Aunado a ello, la falta de lluvias hace que el aire sea más seco, lo que lo vuelve más irritante para las vías respiratorias e incluso para la piel.
Los más vulnerables a sufrir complicaciones en esta época son los niños y adolescentes; esto de acuerdo a un estudio realizado por la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), bajo el argumento de que estos tienen las vías respiratorias aún en desarrollo, por lo que son más estrechas. (2)
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), 20% de la población mundial padece alguna enfermedad alérgica. (3)
Entre los alérgenos más comunes se encuentran el polen, los ácaros del polvo, las esporas de moho y la caspa de animales.
Ante este panorama, muchos centros médicos ofrecen servicios para controlar las alergias y han invertido para estar preparados ante la situación. Sin embargo, el autocuidado empieza de manera personal, medidas como usar mascarilla y mantener hidratada la piel, pueden ayudar a evitar síntomas.
Referencias
1) Pelayo, S. (2022, marzo 7). Alergias antes de primavera: sequía y contaminación. Pelayo. https://www.pelayo.com/teloaseguro/vida-y-salud/alergias-antes-primavera-sequia-contaminacion/
2) Portalatín, B. G. (2022, febrero 10). ¿Más alergia al polen por falta de lluvias? Estos son sus síntomas (y así puedes diferenciarlos de los del COVID). LaSexta. https://amp.lasexta.com/bienestar/salud/mas-alergia-polen-falta-lluvias-estos-son-sus-sintomas-asi-puedes-diferenciarlos-covid_202202106203b7a6edd9e60001c157f2.html
3) El Bienestar, I. de S. P. (s/f). Día Mundial de la Alergia. Gob.mx. Recuperado el 22 de marzo de 2024, de https://www.gob.mx/insabi/articulos/dia-mundial-de-la-alergia-8-de-julio?idiom=es
