No importa si la madre está o estuvo enferma de coronavirus, la lactancia es una práctica que se debe mantener aun en medio de la emergencia sanitaria
La importancia de la lactancia materna no es algo que esté a discusión: médicos, enfermeras, parteras y el sistema de salud conocen los beneficios de alimentar a los recién nacidos con leche materna. Sin embargo, está práctica se ha enfrentado a situaciones adveras, incluyendo la crisis sanitaria que estamos viviendo en estos momentos.
De acuerdo con la OMS, si todos los niños fueran amamantados, no morirían 820 mil niños cada año. El problema es que, en todo el mundo, apenas 40? los lactantes menores de seis meses tienen la leche materna como alimento único.
Estas cifras se agravan con la pandemia mundial, ya que mujeres de todo el mundo tiene dudas sobre la seguridad de amamantar a sus bebés. Por ello, los organismos internacionales se han dado a la tarea de responder todas esas preguntas y garantizar que los niños no dejen de recibir leche materna en los primeros años de vida.
Aquí dejamos 3 datos que se deben tomar en cuenta para que las mujeres sigan amamantando a sus hijos, aún en tiempos de pandemia.
1. El COVID-19 no se transmite por la leche materna
No se ha encontrado presencia del virus SARS-Cov-2 en la leche materna, y tampoco se ha detectado que esta enfermedad pueda transmitirse a través de la lactancia. Por lo tanto, no existen motivos para evitar o interrumpir esta práctica.
2. Las mujeres con coronavirus sí pueden amamantar
Las mamás con COVID-19 pueden alimentar a sus hijos, con las siguientes medidas: usar una mascarilla médica en todo momento que tienen contacto con el bebé; cubrir su boca y nariz con un pañuelo cuando estornudan o tosen, desecharlo de inmediato y lavarse las manos; limpiar y desinfectar todas las superficies; y cambiar su cubrebocas constantemente, sin tocar la parte frontal.
3. No siempre es seguro dar fórmula láctea a los bebés
Si la madre ha estado muy enferma, puede considerar dar fórmula láctea al bebé. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en algunos entornos existen riesgos como no contar con agua potable, no tener acceso a un servicio médico si el menor se enferma, o un acceso difícil a la fórmula. En caso de que se haya optado por esta opción, la madre siempre puede volver a la lactancia con la ayuda de los profesionales de la salud.
No hay que olvidar que la lactancia materna tiene beneficios únicos que no pueden obtenerse de otros alimentos, y que protegerán a los niños por el resto de su vida: les ayuda a generar anticuerpos y los protege de enfermedades infecciosas, lo que reduce el riesgo de muerte infantil; tienen menos riesgo de maloclusión dental; y reduce el riesgo de padecer sobrepeso, obesidad y diabetes cuando sean adultos.
De igual manera, las madres también se benefician de esta práctica, ya que se reduce la posibilidad de tener cáncer de mama, cáncer de ovario, hipertensión, diabetes enfermedades cardiovasculares y depresión post parto.
A lo largo de estos días se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020, en la que se busca proteger y promover el acceso a información médica para garantizar esta práctica.
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