A casi 11 años del brote de influenza AH1N1, el país sigue preparándose ante la posibilidad del surgimiento de otras olas de contagio.
El reciente brote de coronavirus en Wuhan, China, ha puesto en alerta y movilizado a especialistas en todo el mundo. En México, las autoridades sanitarias permanecen atentas ante la aparición de los primeros casos de este nuevo virus.
Pero esto sucede no sólo con epidemias, también con otras enfermedades infecciosas como el sarampión, que ha permanecido bajo control debido al riguroso esquema de vacunación que posee nuestro sistema de salud.
“México lleva años preparándose para una pandemia o una epidemia interna”, aseguró Roxana Trejo, gerente corporativo de Epidemiología del Centro Médico ABC y expresidente de la Asociación Mexicana del Estudio de las Infecciones Nosocomiales (AMEIN).
La experta en epidemiología también destacó la importancia del desarrollo y ejecución de un programa o protocolo, que “surge de acuerdo con lo que nos arroja el microorganismo, y de la situación de qué tan virulento es, su capacidad de transmisión a otras personas, etc. Esto nos lo va dando a través del tiempo, su tasa de letalidad.
“Con base en estos aspectos, los expertos pueden hacer Ciertas adecuaciones, tanto para el uso de equipo de protección personal internamente en las instituciones, qué tipo de dispositivos o protocolos deberían tener adentro o adecuar los que ya se tienen”, afirma la especialista.
Alienados con la OMS
A nivel federal, el gobierno sigue los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se recomiendan acciones para identificación en los aeropuertos, dependiendo de la zona donde podamos tener el foco de inicio de, primero, epidemia y, después, pandemia, explicó Trejo.
Para contener una pandemia se ponen en marcha medidas de detección en aeropuertos, una fase de detección en diferentes entradas o salidas del país. Como en China, puede darse el caso de tener una cuarentena que, de acuerdo con la epidemióloga, dependerá del periodo de incubación del microorganismo.
Además, para atender un brote como el de la influenza AH1N1 o de coronavirus, la experta aseguró que es necesario identificar ante qué nos estamos enfrentando, saber de ese microorganismo y de lo que está sucediendo en el lugar donde inició el brote. De esa información que nos arroja nosotros iremos adecuando lo que ya se tiene, desde hace muchísimos años, como recomendación, para implementar un programa de contención o prevención en caso de pandemias o epidemias.
Siempre se aprenden lecciones a partir de estas experiencias, si bien estos brotes amenazan no solamente la vida de las personas, sino también todo tipo de recursos de los países. En el caso de México, el caso de la influenza AH1N1 demostró que es posible contener estas situaciones y controlarlas, así como tomar medidas para prevenir la aparición de nuevos brotes.
Para Trejo, México aprendió mucho de la pandemia de Influenza en 2009 y en su momento fue un referente, pues dio a conocer toda la información que tenía sobre el virus para que otros países lo pudieran aterrizar en sus propias estrategias.
“Los países son referentes en el momento que viven esa situación de contingencia, y todo el conocimiento, investigación e información que se tienen del virus hace que se implementen medidas”, aseguró.
¿Cómo es que México está listo para enfrentar una epidemia?
De acuerdo con el artículo Pandemia de influenza: la respuesta de México, realizado por Pablo Kuri Morales, exdirector general de la Dirección General de Epidemiología, y publicado por el portal de Salud Pública, desde 2003, en México se institucionalizó el concepto de seguridad en salud, como uno de los componentes centrales de la seguridad nacional.
Por lo anterior, se creó el Comité Nacional para la Seguridad en Salud (CNSS) y se conformó un grupo de trabajo con el objetivo de desarrollar el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza”, que fue presentado en 2006, y cuyo objetivo fue: “proteger a la población mexicana mediante la instrumentación oportuna de acciones coordinadas para hacer frente a las necesidades de atención con la finalidad de reducir el impacto de un evento de esa naturaleza, dice el documento.
Gracias a planes como estos, y a los continuos esfuerzos por prepararse ante escenarios más terribles y continuar con un riguroso esquema de vacunación, México sigue avanzando en el control de pandemias.