COVID-19 ha puesto sobre la mesa lo valioso que resulta invertir en salud y que una buena administración de los recursos puede impulsar la atención hacia el paciente.
Durante la sesión, los panelistas recordaron la importancia de invertir en salud, en ese sentido, México aún se encuentra por debajo de la media de la inversión promedio (6.5?l PIB) en la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), pues sólo destina 3.1? su PIB, encontrándose también muy por debajo de países de la región como Chile (5%) y Argentina (5.6%).
Sin embargo, Adolfo Martínez Valle, investigador del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud (CIPPS-UNAM), apuntó que la economía mexicana no es lo suficientemente sólida ni tiene la misma capacidad de recaudación de impuestos como las naciones de primer mundo. También agregó que existen importantes márgenes para ser más eficientes con los presupuestos.
“México tiene el gasto de bolsillo muy alto”, aseguró Adolfo Martínez y recalcó que las personas están desembolsando una cantidad significativa para pagar su atención en el sector privado. Además, el investigador señaló que alrededor de 60?ese gasto se destina para adquirir medicamentos.
Adolfo Martínez también expuso que hay cuatro formas para financiar los sistemas de salud:
- Impuestos al consumo, como el etiquetado frontal en alimentos ultraprocesados. Lo recaudado con este impuesto especial debería ir destinado a financiar al sector.
- Mancomunación de riesgos, es decir, que no haya sistemas segmentados ni que cada institución recaude sus propios recursos y atienda a su propia población.
- Pago por desempeño, una iniciativa que ha sido impulsada en México por la Secretaría de Hacienda y el Coneval, de esta manera se haría una asignación de los recursos por resultados.
- Gestión más eficiente, se trata de generar ahorros y redistribuir recursos para desperdiciar menos.
Los CAFs y la atención de primer nivel
En cuanto al destino de los presupuestos, Santiago González, presidente de la Asociación Nacional de Distribuidores de Medicinas (ANADIM), señaló que es urgente invertir en prevención para lograr eficientar el gasto. Asimismo, recordó que México es el segundo país de la OCDE con mayor proporción de gasto de bolsillo como porcentaje del gasto total en salud.
Además, afirmó que los consultorios en farmacias son el único activo en salud que tiene capacidad para la prevención y son los más utilizados para recibir atención de primer nivel. González aseguró que 7 de cada 10 de los usuarios de los CAFs tienen una afiliación en algún medio de seguridad social, pero prefieren estos consultorios porque suele ser menor el tiempo tanto de espera como de traslado.
Para el presidente de ANADIM que los CAFS sean tan socorridos apunta a que el país requiere un nivel de atención pública mucho más fuerte.
Seguros de Gastos Médicos Mayores, una posible solución
Otra área de oportunidad es la adquisición de los seguros de gastos médicos mayores, pues menos de 10,000,000 de mexicanos participan de esta protección. Esto se debe a que para la mayoría de las familias mexicanas se trata de un producto de lujo. Sin embargo, esta herramienta ha probado ser útil para enfrentar los gastos de enfermedades e intervenciones quirúrgicas, sobre en la actual crisis.
Durante la pandemia se pudo observar un incremento en la adquisición de estos seguros; sin embargo, para Victoria Picos, directora de Indemnizaciones de GMM y proveedores de servicios médicos en Seguros Monterrey New York Life, la contratación y la renovación de estos se verá afectada por temas externos, como la inflación y el tipo de cambio.
La contingencia sanitaria abrió la oportunidad de crear convenios para que en el sector privado se dispusieran camas para atender pacientes no sólo de COVID, sino con otros padecimientos. Esto también abre la posibilidad de hacer un sistema universal, que permita que los pacientes se puedan atender en cualquier hospital.
