El sistema de salud en el país ya estaba debilitado, la pandemia hizo más visibles las carencias, por lo que se tendrán que mejorar las políticas para avanzar en este sector
La pandemia por la COVID-19 agudizó los problemas que ya se tenían desde antes en el sistema de salud en México; sin embargo, un aspecto positivo es que el sector público y el privado se aliaron para poder enfrentar esta situación que aún está en un momento delicado por el número de contagios.
Así lo expusieron los ponentes Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados por la LXIV Legislatura, y Xavier Tello, CEO de Strategic Consulting, durante el panel: “Oportunidad post pandemia: mejorar los sistemas hospitalarios y la atención de la salud”, que moderó Rosa Monzó, directora de Posgrados en la Universidad Panamericana.
Explicaron que, al presentarse la pandemia en los primeros meses de este año, lo que sucedió fue que muchos hospitales públicos se enfocaron en la atención a pacientes de COVID-19, en tanto que las clínicas privadas asumieron el cuidado de personas con otros padecimientos. De hecho, Xavier Tello visualiza que el futuro seguirá con un esquema de recursos públicos y privados.
En este encuentro, realizado de manera virtual en Omnia Health Live Americas, Éctor Jaime Ramírez señaló cómo se han dado algunos cambios en el sistema como el hecho de cambiar el seguro popular: “Esta ruptura de haberlo quitado de la ley y haber colocado el Instituto de Salud pública como un ente, hasta ahorita sólo de letras porque se sigue avanzando con lo mismo; (además) desde el punto de vista de financiamiento con un esquema que dedica apenas el 2.4 o el 2.5?l PIB cuando lo deseable es 6%”.
Añadió que el sistema está desintegrado porque depende de dónde trabajen las personas para que puedan tener afiliación al IMSS, ISSSTE o Pemex y en estos sistemas en los últimos 15 años hubo una gran debilidad, al registrarse menor número de camas y menor número de profesionales de la salud.
Asimismo, en los últimos 15 años se creó infraestructura: “Pero es insuficiente porque nunca hubo un gran recurso público y muchos gobiernos estatales tampoco aportaban lo que les correspondía para tener un sistema fortalecido”, advirtió.
Entonces se ha visto falta de financiamiento, falta de infraestructura y un sistema debilitado porque no ha habido una buena coordinación, destacó el secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
Los avances
En su intervención, Xavier Tello coincidió al comentar: “Nosotros de manera normal habíamos tenido un sistema precario y que había venido incrementando su incapacidad. Recientemente falleció el doctor Soberón, quien podemos decir que es el autor o el creador del sistema nacional de salud moderno y a quien le debemos varias cosas como el crear un Instituto Nacional de Salud Pública, por ejemplo, y, sobre todo, empezar con un esquema nacional de vacunación exitoso”.
Sin embargo, de ser uno de los países que más vacunas tenía, empezó a disminuir la inversión en salud en la administración pasada.
“Cuando nos comparamos con los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estamos aportando algo así como dinero federal cerca de 500 dólares per cápita para el cuidado de la salud, cuando economías como Alemania están utilizando alrededor de 6,000 dólares de dinero gubernamental, esto hace que en México tengamos una de las inversiones más bajas en salud en la OCDE, correspondiendo al PIB, y una de las inversiones de gasto de bolsillo más altas”, señaló Xavier Tello.
El reto de la certificación
Otro de los retos actuales para el sector salud en México es la profesionalización y la certificación tanto de médicos como de los hospitales.
Éctor Jaime Ramírez explicó que de los más de 3,500 hospitales en México menos del 2% tienen los criterios básicos en cuanto a certificación.
Mientras que el CEO de Strategic Consulting refirió que: “En México no tenemos un parámetro de calidad, es decir, los parámetros son meros adornos o cuestiones que te sirven como ganchos para poder atraer inversionistas o socios”. Entonces, prosiguió, no hay un interés cultural o legal por tener una certificación de algo.
Agregó que México es un país donde los médicos trabajan con título y cédula, pero la certificación de una especialidad es recomendable mas no mandatoria.
Para finalizar, Rosa Monzó expuso: “Tenemos un sistema de salud complejo, insuficiente e injusto, con una tendencia a apoyar el sector público con el privado. La pandemia ha traído esta asociación”.
Asimismo, si queremos tener una estandarización en salud se debe cumplir la ley, también se requieren procesos y certificaciones más claras, hospitales que tengan una mejor operación e influir en la política de salud, concluyó.
