El ambiente bicultural en los hospitales y la alta preparación de los profesionales de la salud abren esta nueva fuente en el país.
México ya es una potencia en turismo médico, pero todavía tiene un potencial para cuadruplicar este sector en 2030, gracias a las inversiones de la iniciativa privada, pero también por la calidad en los servicios que reciben los pacientes extranjeros.
“Somos altamente competitivos, no solamente porque existe un cuerpo médico bien calificado y en muchos casos con estudios y residencias en el extranjero, sino porque se ha invertido en infraestructura hospitalaria y, gracias a la apertura comercial del país, es posible importar equipos e insumos de última generación”, asegura Teresa Solís, experta en Industria de Consumo de Deloitte México.
La calidez en el trato ha hecho que los pacientes se sientan bien atendidos, ya que los médicos tienen una aproximación personal, cuando en otros países ––como en Estados Unidos––, todo se hace a través de una enfermera.
Pedro Delgado Beltrán, consultor asociado de la empresa Competitividad en Turism +1, añade que los prestadores en servicio entienden la importancia de la biculturalidad.
“El médico puede hablar de de los resultados de beisbol o de futbol, y te puedo dar estadísticas de cómo van los equipos de futbol americano… esa parte nos da la sensibilización con los pacientes”, asegura Delgado.
El tipo cambiario es favorable
Los costos son determinantes para que los pacientes decidan venir a México. Sus divisas extranjeras aquí son de alto rendimiento y, por otro lado, las tarifas de honorarios y hospitalización resultan muy competitivas.
Lo anterior se traduce en ahorros de hasta 80% en tratamientos dentales, dermatológicos, de trauma, cirugías plásticas, bariátricas y tratamientos de fertilidad, además de las casas de retiro para adultos mayores y los centros de wellness y bienestar.
Pese a estas ventajas que ha creado la oferta de nuestro país, todavía hay muchas oportunidades en este sector.
Los especialistas señalan que, además de los prestadores de servicios médicos, es necesario que los operadores turísticos ––que incluyen hoteles, alimentos y recorridos–– atiendan a los acompañantes de los pacientes; que haya una una mayor oferta de alimentos y más empresas de tecnología que puedan ofrecer soluciones, como el seguimiento de los tratamientos médicos a distancia.
Pero también es necesario que las aseguradoras ofrezcan sus productos en estas ciudades, ya que hay un mercado cautivo que no está siendo atendido. Si bien hay restricciones en las ventas, este es un sector que puede ser explorado por las empresas.
Por otro lado, los prestadores de servicios tienen que trabajar en el manejo de los idiomas inglés y del francés, así como en el conocimiento de protocolos de atención y hasta en la oferta turística de su ciudad.
“A veces el visitante tiene un poder de gasto más grande de lo que realmente gasta. Por ejemplo, en los cruceros, los visitantes gastan 65 dólares en cada puerto, pero dicen ‘yo quería gastar hasta 150 dólares y no lo hice’, pero no lo hizo porque no supo en dónde gastarlo”, dice Delgado Beltrán.
A nivel macro, los estados fronterizos ––Baja California, Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas–– todavía tienen muchas oportunidades de negocio, que los prestadores de servicios médicos de otras entidades ya detectaron. Por ejemplo, en Tijuana hay una inversión de más de 500 millones de dólares (mdd) en hospitales y centros de tratamiento, que apenas se están construyendo.
Por otro lado, en Jalisco, Quintana Roo y Guanajuato el tema de las casas de retiro para extranjeros se ha convertido en un sector interesante para la inversión privada.
Si se atienden estos rubros, México seguirá siendo potencia a nivel mundial en turismo médico y lograr ese crecimiento económico que prevén los especialistas para los siguientes años.